SUSURROS DE ODIO: Capítulo Uno

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SUSURROS DE ODIO
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CAPÍTULO 1
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—¿Cuándo se va a cansar Kenpachi de perseguirme?

Ikkaku miró de reojo a Ichigo después de que éste formulara la misma pregunta que hacía siempre después de acabar los entrenamientos.

Todo el escuadrón ya se había acostumbrado a tener al joven entre sus filas. Le habían puesto como cuarto hombre, por delante de Yumichika. A éste le daba igual ya que sabía de sobra que Ichigo era mucho más fuerte que él. Incluso el propio Ikkaku pensó que le iban a poner de tercer hombre pero, en una conversación que tuvieron los dos con la teniente y el capitán, salió a la luz que, por muy héroe que fuera para la Sociedad de Almas, tendría que ganarse, con el tiempo y con las misiones, estar en los puestos más altos de la división.

A Ichigo le pareció perfecto. No quería caer mal a la primera de cambio. Ikkaku no estuvo tan conforme aunque mantuvo la boca cerrada. Él, como Yumichika, sabía que el pelinaranja le daba mil vueltas.

Los dos caminaban por las calles del Seiretei sudados y con ganas de darse una buena y merecida ducha.

—Hasta que consiga volver a pelear contigo y ganarte —respondió Ikkaku volviendo a mirar al frente—. Además no sé cuantas veces te he dicho que ahora tienes que llamarlo capitán.

Ichigo se llevó una mano a la nuca notándola mojada.

—Ya lo sé. No lo hago queriendo, es solo que se me olvida. Aún tengo que acostumbrarme.

—Pues te falta poco para hacer el año aquí —sonrió de lado—. Más vale que te acostumbres rápido o tendremos que castigarte por insubordinación.

El pelinaranja resopló.

—No tengo nada de ganas de saber la manera que tenéis de castigar en el escuadrón.

—Estás en el más fuerte de todos, así que imagínate.

—No, gracias. Mañana seguro que no me olvido de llamarle capitán.

Ikkaku soltó una carcajada.

—Así me gusta —le dio una palmada en la espalda—. Debes mostrarle un respeto aunque quiera cortarte en pedacitos.

—¿Te ha dicho alguien que eres muy gracioso? —preguntó Ichigo sarcástico sonriéndole de lado.

—Me lo dicen a menudo —vio como el joven se reía negando con la cabeza—. Cambiando de tema, ¿cómo estás en tu nueva casa?

—Muy bien, ya la he acabado de arreglar.

—El pobre de Renji se sentirá solo sin ti.

Ichigo sonrió al pensar en el tiempo que estuvo viviendo con Renji los primeros meses de su estancia en la Sociedad de Almas. Fue una decisión de Byakuya pero el pelirrojo le acogió encantado.

—De pobre nada. Le pagaba el alquiler haciendo sus tareas como capitán —bromeó Ichigo apartándose para que pasaran unas shinigamis por su lado. Notó como se le quedaban mirando más de lo normal y le sonreían pero él hizo como si no lo hubiera visto—. El muy capullo me lo dejaba todo a mí y me decía que era para que aprendiera más rápido de cómo funciona todo aquí. Él durmiendo y yo haciendo su trabajo hasta las tantas de la noche.

Ikkaku se rió más fuerte mirando de reojo hacia atrás.

—Te tenía que hacer alguna novatada. Menos mal que el Comandante Kuchiki te envió con Renji. Te llega a meter en mi casa y además de hacer mi tarea te hubiera puesto a limpiar todo como si fueras mi criado.

Ichigo lo miró entrecerrando los ojos.

—Entonces me alegro de haber estado con Renji. Retiro lo de muy capullo.

Doblaron una esquina y caminaron otro tramo hasta que se pararon en medio de una calle donde tenían que tomar direcciones distintas.

—Oye, ¿por qué no les has dicho algo a esas chicas que han pasado? Te estaban todo el rato mirando.

El joven alzó los hombros.

—No me he dado cuenta. Igualmente yo paso, no quiero que se crean que por sonreírles me interesan de alguna manera.

—¿Hacías lo mismo en el instituto?

—Pues sí —se metío las manos en los bolsillos—. Tenía una reputación que mantener y aquí quiero tenerla igual. No quiero que se crean que soy el típico tío que se enrolla con cualquiera.

Ikkaku se cruzó de brazos.

—¿Y esa reputación la vas a mantener con Kuchiki también?

El ojimiel frunció más el ceño de lo que habitualmente lo tenía.

—¿Qué tiene que ver Rukia en esto?

—No quiero meterme donde no me llaman. A mí lo que haga la gente con su vida me lo paso por las pelotas, pero he escuchado de bastante gente que ella y tú lleváis unos días distanciados —le miró a los ojos—. No me gustaría que estuvieras mal y que eso te afectara a la hora de realizar una misión.

Ichigo le apartó la mirada y respiró hondo. Esto era lo que pasaba cuando estabas siempre junto a una persona. Cuando pasaba algo y no os veían juntos ya podían saber que algo había ocurrido entre ellos. Sería una tontería negarlo y menos a alguien que los conocía pero lo intentó.

—Estoy bien —mintió—. Es verdad que llevamos unos días que no nos vemos apenas pero tampoco es como si hubiéramos dejado de ser amigos —deseaba que eso fuera cierto—. No te preocupes, no me va a afectar en el trabajo.

Ikkaku asintió levemente sin estar del todo convencido. Había pasado algo entre ellos pero él no tenía ganas de indagar en el tema.

—Quizá esta noche se pase por el bar y puedas hablar con ella. ¿Sabe que vamos a ir allí?

—Sí, Renji se lo ha dicho.

—Tú vendrás ¿no?

—Claro, me pasaré un rato —le respondió viendo que asentía y daba media vuelta para empezar a caminar. Alzó la voz para que le escuchara—. Pero recuerda que no puedo beber alcohol. Sigo siendo menor.

El otro se giró y le miró con el rostro serio.

—Deberías empezar a olvidar tu edad humana. Aquí el tiempo no transcurre igual.

Ichigo le observó alejarse sintiendo una especie de vértigo al darse cuenta de lo real que eran esas frases. ¿Llegaría a vivir cien años? ¿Y qué pasaría con su familia? ¿Y sus amigos? Se pasó la mano por el pelo notando como se había secado en cierta medida y también dio media vuelta.

No había pensado en nada de eso cuando decidió venirse aquí, pero ahora mismo se alegraba de no haberlo hecho. Esos pensamientos podrían haber negado sus ganas de vivir en la Sociedad de Almas y para él este era su hogar. No se arrepentía de tomar esa decisión.

Llegó a su nueva casa y entró. Era bastante pequeña, lo que le daba con el sueldo que ganaba en la división once, sin embargo no le hacía falta más. Se parecía a todas las demás que había por la zona. Típica japonesa con las puertas correderas de madera y papel. Aún estaba bastante vacía y por ello impersonal, pero supuso que con el tiempo acabaría convirtiéndola en suya.

Dejó a Zangetsu en la entrada y descalzándose pasó dentro donde en la primera mesa encontró un papel con algo escrito. Lo agarró y apretó los labios dejándolos como una fina línea en el rostro.  Incluso sin tener que leer lo que ponía ya sabía de quien era. Era la única persona que tenía permiso para entrar en su casa cuando quisiera. Eso no había cambiado aunque llevaran días sin hablarse.

“Hoy no voy a poder ir a tomar algo con vosotros. Tengo mucha tarea atrasada. Diviértete. Ya se lo he dicho a Renji.
Rukia”

Ichigo suspiró dejando caer la nota en la mesa. Por primera vez, echó de menos uno de sus horribles dibujos pintado en el papel. Que no los hubiera puesto le decía que seguía manteniendo la distancia. Desde aquella noche no se habían vuelto a ver y él la echaba de menos. Intentaba quedar con ella a través de Renji pero siempre que llegaba a su casa, se encontraba una nota diciéndole que estaba ocupada y que se divirtiera.

Como si eso, ahora que sentía lo que sentía, fuera posible sin ella…

FLASHBACK

Ichigo agarró dos vasos de té y caminó hacia la terraza donde estaba sentada Rukia, mirando hacia las estrellas. El suelo era de madera laminada y daba a un pequeño patio interior donde la poca hierba que había crecía por donde quería. Debería empezar a cuidar su propio jardín aunque no lo hubiera hecho nunca.

Cuando llegó, le ofreció uno de los vasos y ella lo aceptó con una sonrisa. Él se sentó a su lado mirando también hacia el cielo oscuro. Habían estado limpiando los suelos y los muebles, a pesar de que el antiguo dueño los había dejado relativamente limpios antes de que él se instalara. Cuando le agradeció por aquél gesto, el hombre le sonrió y le respondió que todo era poco para nuestro héroe.

Ichigo aún se sonrojaba cuando algunos se dirigían a él de esa manera. Él hizo lo que tuvo que hacer, tanto con Aizen como en la Guerra Santa. Ni más ni menos. Tampoco lo hubiera podido conseguir sin la ayuda de sus amigos ni de su padre.

—Que bonita noche —susurró la morena antes de dar un sorbo al té.

—Sí —admiró el cielo pensando que se veía de igual manera que en su antiguo mundo.

Un recuerdo que llevaba asaltándole durante bastante tiempo volvió a apoderarse de su mente. Hasta era capaz de escuchar el rumor del mar, la arena debajo de él y el frío aliento de Rukia encima de su boca.

La miró de reojo y observó como la luna se reflejaba en su rostro. ¿Cómo había estado tan ciego todo este tiempo?, se preguntaba. ¿Cómo se daba cuenta ahora que su mejor amiga era una mujer tan hermosa y atrayente? Había hecho falta tenerla a centímetros de su rostro para que a la imagen que tenía antes de ella se le añadiera una atracción ferviente que no quería marchar.

Llevaba todo ese tiempo, desde que habían vuelto de las vacaciones, deseando preguntarle y, por fin, se sintió con fuerzas de hacerlo. No sabía por que camino le llevaría la conversación que estaba a punto de iniciar pero anhelaba que ocurriera como en su imaginación. Que hoy fuese el día en el que daría su primer beso.

—Rukia.

—¿Qué? —cuestionó sin mirarle.

—¿Te acuerdas de la última noche que pasamos en la playa?

La morena parpadeó sorprendida por la pregunta y giró la cabeza hacia él.

—¿En las vacaciones? Claro que lo recuerdo —se miraron a los ojos—. Estuvimos jugando en el agua y luego me ganaste corriendo por la arena.

Ichigo le mantuvo la mirada un rato en silencio viendo como ella arrugaba la frente al no entender nada. Notaba como sus propias mejillas se sonrojaban. ¿Por qué había gente que era capaz de hablar de estos temas sin alterarse ni un ápice?

—No me refería a eso.

—¿A qué entonces? No pasó nada más.

—Pero estuvo a punto de pasar.

Rukia frunció el ceño y abrió la boca para decirle que no sabía a que se refería cuando la volvió a cerrar al instante. Lo que había estado intentando olvidar, y que pensó que lo había logrado, apareció en su cabeza con mucha más fuerza y nitidez que antes. El rostro de Ichigo muy pegado al suyo, respirando el mismo aire y casi rozando los labios. Le apartó la mirada enseguida y sin mirar hacia ningún lado en concreto se levantó de golpe.

—Me tengo que ir.

Ichigo también se levantó sintiendo miedo a su reacción.

—¿No vamos a hablar nunca de eso?

La morena sacudió la cabeza alejándose de él.

—No hay nada de que hablar, me parece una tontería.

—Pues para mí no lo es —dijo sincero, con el corazón latiendo violento como si estuviera en mitad de una batalla.

La shinigami se giró de golpe hacía él mirándolo confundida.

—¿Qué estás diciendo, Ichigo? ¿A qué viene esto? ¿El qué no es una tontería para ti?

El joven respiró hondo y se apoyó en una de las columnas de la terraza mirando hacia fuera. Podía notar los ojos de Rukia puestos en él y podía saber que ella también se acordaba de ese momento. Como también sabía que ella había deseado que nunca saliera el tema.

No obstante, él quería hablarlo. Por lo menos que ella le dijese en voz alta que había pensado en ese momento. Que no había sido producto de sus hormonas. Que había sido real.

—¿Crees que nos hubiéramos besado?

FIN FLASHBACK

Ichigo agachó la cabeza apoyando los puños cerrados en la mesa. Después de formular esa pregunta se hizo un silencio nada habitual entre ellos. Un silencio incómodo, rompedor y destructor. Pesado en el cuerpo como una viga de metal atravesado.  Ni siquiera se miraron, se sentían lejos el uno del otro a pesar de estar en la misma estancia. Lo único que rompió aquel tenso ambiente para ponerlo aún peor, fueron los pasos de Rukia alejándose y saliendo de la casa sin decir nada.

Desde esa noche, no se habían vuelto a encontrar y… desde el mismo momento en el que ella cerró la puerta, su Hollow interno entablaba conversaciones con él como si fuera lo más normal del mundo.

"Eres gilipollas, mi rey."

Ichigo rodó los ojos y suspiró girando la cabeza hacia un espejo cuadrado y de tamaño mediano que había en el salón. Un reflejo de él mismo le observaba con desprecio. Aún le resultaba repugnante verse con aquella piel y cabello completamente blancos, con el color de su ropa invertida y con aquellos ojos negros y amarillos. Ese no era él. Era su propio demonio.

—Ya tardabas en aparecer.

"Yo solo salgo cuando me da asco lo que piensas" —le contó el Hollow—. "Cuando te estás entrenando o luchando yo soy parte de ti, pero cuando tienes esos asquerosos pensamientos hacía esa maldita Shinigami me entran ganas de vomitar."

—Vete a la mierda —le soltó Ichigo rompiendo la nota y tirándola en el cubo de la cocina cuando llegó allí.

"Ahí es donde te tendría que haber mandado ella después de esa pregunta" —se reflejó en otro cristal—. "¿No te das cuenta de que eres el único de los dos que tiene esos sentimientos? Estoy harto de tener que estar escuchando tus pensamientos sobre ella a cada momento."

—Pues no los escuches —abrió el grifo para lavarse las manos.

"No puedo evitarlo" —negó con la cabeza como decepcionado—. "Me das pena, rey. Estás tan ciego que eres incapaz de ver que no siente nada por ti. Mientras tú vas sintiendo más y más, ella te ignora y prefiere no verte. Lo más seguro es que esté tirándose a otro a tus espaldas."

Ichigo volteó cabreado y le apuntó con el dedo.

—¡Cierra la boca! ¡Ella no está con otro y sé que quiere verme como yo a ella! —exclamó y vio como el otro sonreía de lado como si disfrutara de su enfado—. Fui muy directo con esa maldita pregunta y la asusté. Nada más. Nosotros no solemos decirnos esas cosas.

"Pero tú lo deseas. Lo sueñas todas las noches y sé perfectamente como te levantas por las mañanas."

—Cállate, hijo de puta —encaró a su reflejo viéndose a sí mismo en aquellos ojos amarillos sin sentimientos. Era él, sin corazón y sin alma.

 "Me estás enfermando, Ichigo."

—Pues enferma y muérete de una vez. Así dejarías de meterte en mi vida.

"Si yo muero tú mueres, ¿no lo recuerdas? El tiempo que dedicas pensando en ella deberías seguir entrenando para ser más fuerte" —el hollow vio como Ichigo cerró los ojos y empezó a tranquilizar su energía espiritual. Pronto su mente volvería a estar en calma y él desaparecería durante el tiempo que pudiera permanecer sereno—. "No voy a consentir que esa mujer se interponga entre nosotros. Tú eres yo y yo soy tú. Nos pertenecemos. No hay sitio para nadie más."

Ichigo respiró hondo entreabriendo los ojos y observando que el reflejo que le daba ahora el cristal era el suyo. Sus ojos miel le devolvían la mirada sin reconocerse del todo.

—Si alguien sobra aquí, ese eres tú.
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En el bar todo el mundo se olvidaba de los problemas o eso pretendían. Bebían más de lo que podían soportar y su mente dejaba de pensar en cualquier cosa que les hiciera sentir mal. Incluso muchos querían dejar de recordar el pasado. Después de tantas guerras, el pasado era más letal que cualquier zanpakuto.

Ichigo y Renji estaban sentados en una de las mesas contemplando como los demás shinigamis, algunos amigos y otros no tanto, bailaban con las mejillas rojas, borrachos perdidos.

—No sé que mierda ha pasado entre vosotros. Rukia no quiere contarme nada igual que tú —dijo Renji después de dar un buen trago a la botella de sake—. Pero deberíais arreglarlo como adultos.

Ichigo también bebió un poco, quemándole enseguida la garganta al no estar acostumbrado al alcohol. Carraspeó antes de hablar.

—¿Cómo está ella?

—La encuentro seria, muy metida en sus pensamientos —le miró de reojo—. Más de lo normal, ya sabes como es.

Ichigo asintió volviendo a levantar su vaso pero sin llegar a bebérselo. El ahora capitán de la sexta división tenía razón. No podían seguir así, debía ir a hablar con ella y arreglarlo, aunque solo fuese para volver a estar como antes. Esta vez no le sacaría el tema. Si ella no quería no lo haría nunca más. Lo que menos deseaba era perderla.

—¿Crees que me ha mentido al decirme que estaba ocupada o estará de verdad en su despacho?

Renji arrugó la frente y detuvo la botella a medio camino.

—¿Por qué piensas eso?

El ojimiel recordó la conversación con su Hollow.

—Por nada, cosas mías —le respondió levantándose de la mesa—. Voy a hacerte caso por una vez y voy a arreglar esto.

Le dio con la mano en el hombro a modo de despedida y caminó para salir del bar. Renji le observó extrañado hasta que desapareció.
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"¡No vayas a verla!" —Ichigo hizo como si no lo oyese, pero dentro de su cabeza la voz distorsionada y doblada de aquel monstruo era alta y clara—. "¡Vuelve al bar y emborráchate, maldita sea! ¡Ella no te quiere cerca!"

Sabía que no era cierto. Ella sí que le quería cerca. Quizá no como él deseaba que lo quisiese pero sí como amigo. Rukia era lo más importante que tenía en su vida y por nada del mundo dejaría que se distanciaran.

"Para ella no eres lo más importante. Solo eres uno más. ¿Crees que de haber sido importante te hubiera…?"

Controló su energía para no tener que seguir escuchándolo. Era pensar en Rukia y aparecía para joderle. El odio y el asco que su demonio sentía por ella irradiaba por todos sus poros y para él era insoportable. Si ese Hollow no formara parte de su ser, hacía ya tiempo que le hubiera cortado la lengua por atreverse a hablar así de la mujer que le había dado tanto.

Llegó al treceavo escuadrón y entró después de saludar a un shinigami que estaba de guardia. Ya no le sorprendía encontrarse con gente que sabía su nombre pero que él no los había visto en la vida.

Caminó hacia el despacho de la teniente recordando el día en el que hizo el mismo recorrido cuando fue su cumpleaños. El primer día de su estancia en la Sociedad de Almas. Parecía ya demasiado lejano para ser real.

Picó a la puerta antes de abrir, encontrándose con una Rukia detrás de unas montañas de papeles.

—Hola.

La morena, de tan absorta que estaba leyendo, se sorprendió de escuchar su voz y de verlo ahí parado cuando pensaba que hoy tampoco lo vería. Sin embargo, quiso que él no lo notara y lo ocultó.

—Hola Ichigo. ¿No ibas a tomar algo esta noche?

—Sí, he estado con Renji y los demás pero hoy no me apetece ponerme en taparrabos y bailar encima de la mesa.

Rukia no pudo evitar reír un poco por lo bajito.

—Como si tú hubieras hecho eso alguna vez.

—Antes prefiero volver a pelear contra Aizen —bromeó alegrándose de ver una pequeña sonrisa en el rostro de la chica.

—No llames al mal tiempo, idiota.

Ichigo echó una ojeada a los papeles.

—¿Tienes esto todas las noches?

—Como ya sabes, el capitán Ukitake está muy bajo de salud, así que tengo que hacer todo yo —miró los documentos—. A veces me ayudan pero casi todos se escaquean.

—Puedo ayudarte si quieres.

—No —respondió de inmediato levantando la vista para mirarle a los ojos—. No hace falta, gracias de todos modos.

Ichigo apretó la mandíbula y apartó la vista. No le gustaba nada esa forma de dirigirse a él, como si fuera un cualquiera y no el mismo Ichigo de siempre. Como si aquella inoportuna pregunta hubiera tirado por tierra su amistad de años.

Rukia se dio cuenta en cuanto lo dijo. Así no se comunicaban ellos. Había estado temiendo encontrarse con él después de aquella noche en su casa por esa razón. Que cuando se volvieran a ver las cosas hubieran cambiado. Le estaba doliendo demasiado esa distancia que parecía haber entre sus dos almas.

—Lo que hablamos el otro día… —empezó a hablar ella viendo como él volvía a mirarla curioso de lo que tuviera que decir—. Que hubiera pasado o no, nunca lo sabremos. Es inútil preguntarse cualquier cosa.

Ichigo se metió las manos en los bolsillos de su kimono oscuro. Rukia era la única de los dos que llevaba puesto el traje de Shinigami.

—¿Has estado pensando en eso?

—No he podido evitar darle vueltas —se tiró hacia atrás apoyando la espalda en la silla—. Pero no debería, ni tú tampoco. Sería algo arriesgado. Estamos bien como estamos ¿verdad?

El ojimiel miró a su izquierda, hacia la ventana, y lo que antes era oscuridad del exterior, ahora era el otro de nuevo. Mirándole acusadoramente por los pensamientos que acababa de tener. Deseó gritar en voz alta: ¡No, no estoy bien así! ¡Quiero algo más contigo, joder! Y su demonio lo había escuchado.

Rukia se levantó y miró hacia la ventana sin ver nada. Luego volvió a mirar al pelinaranja notándole extraño.

—Ichigo, ¿qué te ocurre? ¿Te encuentras mal?

Él la miró pensando que aún estando cansada sus ojos violetas seguían brillando. ¿Es que ya no sería capaz de ver sólo a una amiga?

—Aún estoy habituándome a esta nueva vida.

Ella asintió.

—Es normal. Esto es completamente distinto al mundo humano —suspiró y cruzó los brazos delante del pecho—. Dentro de un tiempo dejarás de sentirte como un chico normal. Serás un espíritu por completo como todos los demás y los años pasaran mucho mas rápido… aunque envejecerás lentamente.

—Lo dices con pena. Fue mi decisión.

—Lo sé —agachó la mirada—, pero esta no era la vida que pensé que tendrías.

"Me gusta lo que has pensado ahora mismo. Díselo."

Ichigo ni lo pensó y le hizo caso.

—Estoy donde tengo que estar —dijo con convicción—. Aquí puedo hacerme más fuerte.

Rukia lo miró seria.

—Pues sí —susurró.

El hollow frunció el ceño y apretó los puños cabreado.

"¡Ni se te ocurra decir esa mierda!"

—Y porqué este es mi hogar —murmuró como si quisiera que solo ella lo escuchara, como si en esa habitación estuvieran los dos solos—. Aquí puedo sentirme uno más —se mantenían la mirada—. Ser un shinigami igual que tú.

—Ya lo eras antes.

—Muchas veces me he sentido excluido —dijo sincero.

—Yo nunca he querido que te sintieras así.

Se siguieron mirando, sintiendo como volvía aquella conexión especial que los hacía únicos, a pesar de que percibían algo que estaba ahí, diferente y nuevo, entre ellos.

—Te dejo para que acabes —murmuró Ichigo.

Dio media vuelta para marcharse pero la pregunta de Rukia lo detuvo.

—¿Qué es lo que tú crees?

Ichigo agachó la cabeza. Sabía a que se refería. Era lo mismo que le había preguntado él aquella noche. La cuestión que solo podía conocer y responder el destino. No obstante, aunque su hollow interno estaba empezando a retorcerle las entrañas para que cerrara la boca, él no quiso desaprovechar esa oportunidad que Rukia le brindaba.

Se giró y la miró a los ojos como siempre hacía.

—Yo sí que creo que nos hubiéramos besado si esa pareja no llega a interrumpirnos.

La morena arrugó la frente.

—¿Y por qué? Tú y yo no sentimos nada que pueda llevarnos a hacer eso.

—No sé —alzó los hombros sabiendo que tampoco podía soltarle de golpe que sentía algo más por ella. Sentía a su demonio cabreado dentro de su cuerpo—. Quizá por el momento, por la situación o… que estábamos muy juntos… Nunca he vivido nada parecido.

Rukia se sentó de nuevo en su silla sintiendo como su corazón había empezado a latir un poco más rápido de lo habitual. Era raro hablar sobre algo tan íntimo como un beso con Ichigo. Su piel, que siempre estaba helada, había subido un poco de temperatura.

—Sigues sintiéndote como un adolescente —le dijo lo primero que le vino a la mente, sin ser capaz de decirle nada más—. Pronto dejarás de sentirte así.

Ichigo observó como ella volvía a su trabajo y hacía como si ya no estuviera ahí.

"¿Ves? Ella no te quiere ni siente nada por ti. Deja de hacer el ridículo."

Él estuvo a punto de asentir de acuerdo con lo que le había dicho su Hollow cuando se retuvo al instante. Nunca le daría la razón, aunque la risa que escuchó de fondo le dio a entender que él adivinó el gesto que iba a hacer.

—Buenas noches, Rukia.

—Buenas noches.

Ella miró de reojo como él se marchaba y en cuanto estuvo sola soltó todo el aire que había estado reteniendo. Cerró los ojos, imaginándose aquél momento en la playa sin que esa pareja los interrumpiera. Inconscientemente, se llevó los dedos a los labios pensando en como se sentiría un beso de Ichigo.
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CONTINUARÁ…


13 comentarios:

  1. :3 Eso a sido hermosoooo:3
    X3 no hay palabras para definirlo simplemente hermoso! X3
    Por favor continue con este proyecto!! X3
    Siento poner solo una exprecion pero me he quedado embelesada con este capitulo x3, por favor continuelo x3 y no se olvide de Streap tease x3

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    1. Me alegro de que te haya gustado!! :D y no me olvido de Striptease jejeje en mis ratitos libres me pondré a escribir ^^
      Nos leemos!

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  2. Natalia-senpai...
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    ASHDGFKLUFRTFDSHJKLOFJUIVUJIBASSSSSSSSSS!!!!! TREMENDO INICIO!!!!!!!!
    Solo puedo decir que me ha encantado... ♥ Pobre Ichi como sufre snif snif pero como me gusta el angst y las personalidades te quedaron muy bien, creo que no está mal usar el OOC pero abusar de ese recurso es el problema... Este no ha sido el caso :) ha quedado muy bien esta primera entrega... Adoro los fics donde ese loquillo de Shiro está involucrado... Shirosaki necesita más amor♥ (del fandom en español)!!!!!!! >w< estoy tan ansiosa y cuanto tendremos que esperar... ????? Yo sé que que tienes tus responsabilidades, trabajo... y eso es muy importante pero pero NO PUEDES DEJARNOS ASI MUJER!!!!! Personalmente me ha parecido muy épico... Este fic pinta muy bien ya que abordarás temas muy psicológicos y hasta oscuros jojojojo *risa perv* n_n bueno disculpa es que mi imaginación vuela alto y este primer capi me ha sacado una gran sonrisa, le doy 10/10 estrellas por lo fantabuloso y emocionante... Estaré dándote muchas buenas vibras en este nuevo proyecto ♪♪♪♪GO! GO! GO! GO! GO! GO! GO! ♪♪♪♪
    Beso y abrazo!!!!!!
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    A LOS LECTORES: POR FAVOR APOYEN A NATALIA-SENPAI CON UN COMENTARIO, NECESITA DE TODOS NOSOTROS/AS PARA CONTINUAR, ELLA NECESITA UNA PALABRA DE ALIENTO Y LO MINIMO QUE PODEMOS HACER ES COMENTAR... ASI QUE ANONIMO-SAN NO TE OLVIDES APOYAR A ESTA GRAN ESCRITORA PARA CONTINUAR CON ESTA GRAN HISTORIA :D!!!!!!!

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    1. ^O///////O^ ayyy que vergüenza!! jjejejeje Muchísimas gracias por tu apoyo Sibyla, te lo agradezco de corazón <3 Eres un sol :D
      Me alegro de que te haya gustado, 10/10 BIEN!!!
      A mí también me gusta mucho el angst y como dices será un fic más oscuro en el que su Hollow dará mucho de que hablar.
      Como son capítulos más cortos, mi idea principal era tener un nuevo capítulo cada semana. El próximo sería el miércoles que viene, pero bueno, yo lo intentaré sino ya avisaría ^^
      Un abrazo enooooorme guapísima!!! Besitos <3

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  3. Ayyy pero como me gustan las partes en la que sale zangetsu, si eske me encanta, lo adoro yajaja tendría que haber salido más en la serie. Como me guta cuando se mira Ichigo al espejo y esta él es tan akaldjkakd y sobretodo sus comentarios cuando esta hablando con Rukia.
    Nos leemos!

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    1. Es un personaje que puede dar mucho juego, además no pierde la oportunidad de decir lo que piensa, sobretodo cuando está con Rukia xD Ya veremos como continúa :)
      Nos leemos Kai!

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  4. Yo sé que es tarde, pero un comentario más nunca es mal recibido... ¿verdad? ;A;
    Yo no sé porque se lo hace tan difícil Rukia 7n7 Como si no le afectara T-T Pero yo sé que sí 7u7
    Por otro lado, Hollow Ichigo no sé si me caerá bien o mal :c Rara es la ocasión en la que alguien logra hacer que lo odie, jaja. Incluso si es malvado, siempre lo justifico.
    Y dando paso una y otra vez por el manga de Bleach, aunque ya lo haya leído como tres veces en esa parte (su primera aparición), me dí cuenta que en realidad él es bueno a más no poder:c Aunque actuara como malvado, en realidad siempre ayudó a Ichigo a evolucionar su poderxD Y creo que cuando le dijo al viejo Zangetsu que un día Ichigo "sería de él", se refería a que Ichigo obtendría su poder solo de él e.e
    No lo sé, tal vez estoy mal.

    Ya, sin desviarme del tema, noto como que Ichigo va madurando D: Y supongo que lo seguirá haciendo gradualmente, después de todo, empezará a ser más como un alma.
    Por cierto, no sé si yo lo habré olvidado o que pero ¿dónde quedó el cuerpo de Ichigo? xD Con eso de que él necesitaba salir de su cuerpo para ser un alma. ¿Entonces técnicamente murió? ¿Cuando quiera visitar el mundo humano tendrá que usar un gigai? :0

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    1. ¡Hola Leslie! Siento responder tan tarde a tu comentario. Entre que he estado muy desconectada del blog y cuando he subido nuevo post entre una cosa y otra se me fue de la cabeza. ¡Mil perdones! >.<

      Rukia siempre se piensa todo demasiado xD
      Yo también creo que el Hollow le ayudó a ser más fuerte porqué era una parte de su poder.
      Buena pregunta lo del cuerpo de Ichigo jajaja No había caído. Digamos que... se lo quedó Kon xDD pero con la promesa de no hacer de las suyas (ejem ejem ya conocemos a Kon) jajaja Cuando va al mundo humano o se queda de Shinigami o se mete en su cuerpo sacando a Kon.
      Me lo acabo de inventar pero lo dejaré así jaja

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  5. *se asoma tímidamente* hola naty feliz año nuevo lamento no haber podido entrar nuevamente a tu pagina para leer tus geniales historias pero la U u el trabajo me absorbieron completamente.
    Que genial tres esta quedando la historia, Ichigo luchando consigo mismo es algo completamente nuevo, no sólo por el hecho de que tiene que saber del hecho de que su hollow odia no solo a su mejor amiga y que la susodicha no quiera afrontarlo de frente para hablar se lo que esta pasando entre ellos es algo muy difícil de procesar.
    Que tengas un lindo día.

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    1. ¡Feliz año nuevo Angie! No pasa nada, lo entiendo perfectamente :D Siempre me alegra leer un comentario sea cuando sea ^^
      Espero que este 2016 sea muy bueno para ti <3
      Que bien que te guste la historia jeje, sí hay dos frentes abiertos que puede ser difícil para Ichigo.
      Un bonito día para ti también :D ¡Un abrazo fuerte!

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  6. cuando subiras el siguiente capitulo ???
    estoy ansiosa por saber q va a pasar, me encanto este capitulo.

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    1. Hola Yoana! Puse en un post que este fic lo iba a dejar aparcado, ya que solo había un capítulo, porqué no podía con todo, demasiado trabajo y pocas horas en el día jejeje
      Un abrazo!

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