SONG FIC: SIEMPRE ESTARÉ A TU LADO

SONG FIC

SIEMPRE ESTARÉ A TU LADO

CANCIÓN: CIGARETTES AFTER SEX- APOCALYPSE

RUKIA POV

Siempre solía ir por el mismo camino para ir a la Universidad. Caminaba junto a mis amigas, conversando sobre temas triviales, que no me importaban demasiado. 

Decía algunas palabras o preguntaba de vez en cuando para que supieran que estaba prestando atención, pero en realidad no lo hacía. Mi mente estaba atenta a otra cosa.

Precisamente en otra persona, que siempre pasaba por la acera opuesta a la mía.

Él bajaba, hablando con sus amigos, y yo subía. Los coches circulaban por el medio y más gente se cruzaba entre nosotros. Sin embargo, mi atención estaba puesta en él.

En aquel chico de pelo naranja que le reía la gracia al compañero que tenía a su derecha. Vestía una camiseta blanca ajustada en sus fuertes brazos, unos jeans azules desgastados y rotos en las rodillas, y desde ahí no podía ver que zapatos utilizaba. Tampoco me importaba.

En lo que más me fijaba era en su rostro. Había cambiado, sí, pero para mí seguía teniendo la misma cara que cuando le conocí.

Ese era el motivo por el que iba siempre por el mismo camino. Para verlo a él. A Ichigo. Y recordar lo que una vez fuimos. Lo que vivimos.

FLASHBACK

SALTASTE DESDE PUENTES DERRUMBÁNDOSE VIENDO PAISAJES URBANOS CONVERTIRSE EN POLVO.

—¡Estás loca, Rukia! —exclamó Ichigo riendo mientras la seguía, corriendo por las calles de Karakura, la ciudad donde vivían los dos—. ¿Cómo se te ocurre robar esa botella?

Era de noche y las luces urbanas eran las únicas que iluminaban sus pasos.

Ella también se rió.

—Tú corre y no mires para atrás, que aún nos sigue el dueño.

—¡Ladrones! ¡Devolvedme esa botella! —se escuchó gritar al hombre que corría detrás de ellos—. ¡Putos críos!

Los dos se volvieron a reír. Tenía toda la razón. Eran unos críos de quince años.

—¡Por eso la hemos robado! ¡No nos ibas a vender esta botella de vodka!

—¡Cállate, enana! —la agarró de la cintura y se la echó en el hombro. Era una chica de estatura pequeña y para él no pesaba nada—. Vamos por aquí.

Giró en una esquina y subió por las escaleras de incendios de un edificio alto. Mientras subía con ella acuestas, que se tapaba la boca para no reír, veían como el hombre seguía recto por la calle y lo perdían de vista.

Al llegar a la azotea, la dejó en el suelo. Los dos se miraron en silencio y al cabo de unos segundos, estallaron en carcajadas.

—¡Qué imbécil! Ni nos ha visto —dijo contenta Rukia mientras giraba con la botella en la mano.

—Todo gracias a mí —se elogió a si mismo Ichigo, quitándole la botella para abrirla.

—Sí, sí, Ichiguito, todo gracias a ti, pero fui yo la que tuvo la idea de robarla.

—Y casi nos metes en un buen lío —se sentó en el borde del edificio con las piernas hacia fuera.

—Pero, ¿y lo que nos hemos reído? —le preguntó sin querer realmente una respuesta. La sonrisa que Ichigo le regaló fue suficiente. Miró hacia el paisaje que tenían delante—. Que bonitas vistas. Desde aquí se puede ver el mar.

El joven levantó la cabeza y solo la miró a ella. Como si la estuviera grabando en su memoria. Con las luces y la oscuridad jugando en su rostro.

FILMANDO HELICÓPTEROS ESTRELLÁNDOSE EN EL OCÉANO DESDE LO ALTO.

Agarró su móvil y buscó la canción que sabía que le encantaba. Rukia nada más escuchar los primeros acordes, se emocionó.

—¡Me encanta esta canción! —se subió al borde de la azotea y empezó a bailar.

Ichigo se rió. Eso ya lo sabía.

—Ten cuidado, no te vayas a caer.

—Me encantan los sitios altos. ¡Sube tú también, Ichigo! ¡Baila conmigo!

TENGO LA MÚSICA EN TI, CARIÑO. DIME POR QUÉ.

Él solo la observaba bailar mientras olvidaba la botella entre sus manos. No lo decían nunca, pero lo que ellos disfrutaban era hacer cosas juntos. Fuese lo que fuese.

HAS ESTADO ATRAPADA AQUÍ POR SIEMPRE Y SIMPLEMENTE NO PUEDES DECIR ADIÓS.

FIN FLASHBACK

Yo hice como que no lo notaba, pero Ichigo me estuvo mirando sin ni siquiera moverse, sin decir ni una palabra, durante los tres minutos que duraba esa canción.

Fueron los tres minutos más intensos de mi corta vida. Aquella noche la repetiría una y otra vez, sin dudarlo.

Salí de mi ensoñación y me di cuenta de que mis amigas se habían adelantado un poco, mientras seguían hablando. Miré hacia la otra calle y vi como Ichigo se alejaba. Ojalá pudiera saber si él aún se acordaba de mí.

Me sentía atrapada en la incertidumbre de esos recuerdos.

ICHIGO POV

Me reí de algo que había contado mi amigo y me giré para observar la calle opuesta a la mía. La mujer morena que solía observar, sin que se notara mucho, se marchaba caminando con sus amigas de camino a su Universidad.

Siempre habíamos ido juntos durante los años que duró el instituto. Pero una vez que tocó separarnos, ya nada fue igual. 

Yo entré a la Universidad pública y ella a la privada. Su familia era rica y lo seguiría siendo ahora, seguramente. Recuerdo sentirme descolocado siempre que iba a visitarla. 'Yo no encajo en este lugar', eso era lo que pensaba.

Ahora solo podía verla en la lejanía, sin saber muy bien en que preciso momento dejamos de hablar. Éramos como desconocidos, aunque yo estuviera lleno de recuerdos de ella.

FLASHBACK

BESOS EN LA FRENTE DE LOS AMANTES ENVUELTOS EN TUS BRAZOS.

Rukia se acercó a sus dos mejores amigos, Ichigo y Renji, que estaban sentados en el sofá, y los abrazó dándoles un beso en la frente a cada uno. Siempre hacía lo mismo para hacerles de rabiar, aunque nunca se enfadaban por eso. 

—Me hace muy feliz que vengáis a mis clases de piano —dijo ella separándose y mirándolos con una sonrisa—. Si no estuvierais aquí, esto sería un infierno.

Los dos se miraron de reojo entre ellos. Sabían perfectamente el motivo por el que el otro estaba ahí.
 HAS ESTADO ESCONDIÉNDOLOS EN PIANOS VACÍOS DEJADOS EN LA OSCURIDAD.

—¿El qué es un infierno, señorita Kuchiki? —preguntó la maestra al entrar en la sala de música de la mansión, donde vivía Rukia.

Ella se puso firme.

—¿Cómo? Yo no he dicho nada de eso, señora —le mintió escondiendo la sonrisa que quería salir.

—Venga, rápido al piano —miró a los dos chicos y suspiró. Ya estaban ahí otra vez—. Y vosotros silencio. No quiero oír ni un ruido que pueda distraerla, ¿entendido?

—Entendido —dijeron a la vez.

La clase empezó y la morena movía con gracia sus dedos delgados por las teclas. Los dos chicos la observaban en silencio, embobados por el rostro serio y concentrado que ponía Rukia cuando tocaba.

Ichigo ya no veía nada más que ella, ni escuchaba nada más que el sonido que ella emitía. Le encantaba acompañarla en esas clases que para la morena eran insufribles.

Llevaba mucho tiempo enamorado de ella y, a sus diecisiete años, ya no podía negárselo más.

TENGO LA MÚSICA EN TI, CARIÑO. DIME POR QUÉ.

Una tarde, hubo un raro momento en el que Renji y la maestra se ausentaron. El chico había ido al lavabo y el hermano de Rukia había hecho llamar a la señora para hablar de una cosa.

Ichigo se convenció a sí mismo que no habría otro momento como ése. Que era ahora o nunca. Se levantó y se acercó despacio hacia ella, que seguía tocando. Se sentó en la misma butaca que la morena, con una pierna a cada lado y mirándola directamente hacia su perfil.

HAS ESTADO ATRAPADA AQUÍ POR SIEMPRE Y SIMPLEMENTE NO PUEDES DECIR ADIÓS.

Rukia sintió su corazón bombear más fuerte y dejó de tocar, sin quitar los dedos de encima.

—Yo ya no quiero un beso en la frente —susurró Ichigo contemplándola serio—. No quiero que me beses igual que a Renji. Ya no.

La morena respiró hondo y le miró. Esos ojos miel que la habían atrapado desde hacía algún tiempo. Con la poca voz que pudo sacar, le preguntó lo primero que le pasó por la cabeza.

—¿Y dónde quieres que te bese?

Ichigo bajó la mirada a sus labios y se acercó lentamente, para que ella pudiera separarse si no lo deseaba. Rukia no se movió ni quiso hacerlo.

—Aquí.
TUS LABIOS, MIS LABIOS.

Se juntaron con los ojos cerrados, disfrutando de aquel ansiado contacto. El joven movió un poco la boca y ella le correspondió. El mundo entero se detuvo y solo existían ellos dos.

APOCALIPSIS.

FIN FLASHBACK.

No sabía si ella se acordaría de aquel primer beso que, aunque éramos unos inexpertos y estábamos nerviosos, fue perfecto. Nunca me arrepentiría de sentir aquella vez, la necesidad de levantarme, acercarme a ella y besarla. Uno de los recuerdos que guardaré para siempre, aunque no el único.

Después de aquel beso, vinieron tantos, que me harían falta muchas más vidas para olvidarla.

Me encantaría saber si ella aún se acordaba de mí. 

RUKIA POV

Después de las clases, entré en la biblioteca para ver si podía concentrarme y estudiar. Había estado todo el día pensando en él y yo me lo recriminaba.

Al empezar la Universidad, habíamos tomado caminos distintos. No era algo raro. Muchas de mis amigas, o la gran mayoría, me contaron algo similar.

El novio de instituto, así lo llamaban. 

Quizá tuvieran razón y era yo la que no paraba de darle vueltas y la única que recordaba lo que vivimos.

Pero habían sido tantos momentos, que seguían ahí, flotando en mi memoria como si hubieran pasado ayer. 

FLASHBACK

VAMOS Y SALTEMOS A TRAVÉS DE LOS RÍOS. LA INUNDACIÓN CRECE SOBRE TUS RODILLAS.

—¿Dónde me llevas? —preguntó Rukia sonriendo y dejándose llevar por la mano de Ichigo agarrando la suya—. Nos estamos alejando mucho de los otros.

El pelinaranja giró la cabeza y esbozó una sonrisa ladeada.

—Ese es el plan. Casi nunca podemos estar solos.

La joven se mordió el labio inferior.

OH POR FAVOR.

Mientras la seguía guiando por ese bosque, donde habían venido con sus amigos, recordaba que cuando habían querido tener un momento de intimidad, alguien venía y los cortaba sin querer.

Desde aquél primer beso, les había sido imposible mantener las distancias el uno del otro, y cuando estaban solos lo aprovechaban para besarse.

Eran adolescentes, que estaban descubriendo el amor. Sus hormonas hacían presencia en cada beso, en cada caricia y en cada roce. Los dos lo querían, pero no habían podido tener ese tiempo para ellos.

Ichigo soltó su mano cuando llegaron al río. Dejó su mochila en el suelo al lado de un árbol y agarró el de ella para hacer lo mismo.

Observó como Rukia se acercaba al agua y, quitándose los zapatos, metía los pies en ella.

La morena suspiró al sentir el frío en su piel y su corazón latir violentamente. Notaba la mirada de Ichigo en su espalda.

Armándose de valor, sujetó el borde de su vestido y empezó a subírselo.

VEN Y PERSÍGUEME.

El pelinaranja apretó los dientes observando como se quedaba en ropa interior delante de él. La vio voltearse para conectar su mirada con la suya y ya no hacían falta palabras.

SÉ QUE ME DESEAS.

Ichigo se quitó la camiseta, los zapatos y los pantalones. Caminó hacia el río, suspirando por la temperatura fría del agua, y se fue acercando hacia donde estaba ella. Rukia se había ido metiendo más y más, y el agua le llegaba por el pecho.

Cuando él se detuvo enfrente de ella, le paso los brazos por la cintura y estrechándola con fuerza, la besó.

Notó las manos mojadas de la morena hundirse en su pelo mientras sus lenguas batallaban. Se conocían tanto que solo hicieron falta unos cuántos besos para saber lo que el otro quería y cómo lo quería.

COMPARTIENDO TODOS NUESTROS SECRETOS ENTRE NOSOTROS DESDE QUE ÉRAMOS NIÑOS.

Le quitó el sujetador para experimentar la sensación de su pecho pegado al suyo. Sentía también en su piel, el colgante que llevaba Rukia y que le había regalado su hermana.

DURMIENDO PROFUNDAMENTE CON LA MEDALLA QUE ELLA TE DIO APRETÁNDOLA EN TU PUÑO.

Rukia jadeó al percibir el deseo de Ichigo entre sus piernas. Cerró los ojos mientras él le besaba el cuello.

No podía hacer otra cosa que disfrutar de las sensaciones tan nuevas que estaba sintiendo y susurrar su nombre.

Para el joven era demasiado placentero escucharla.

TENGO LA MÚSICA EN TI, CARIÑO. DIME POR QUÉ.

Las manos masculinas se dirigieron hacia sus braguitas. Antes de quitarlas, la miró a los ojos y, al no ver otra cosa que deseo y aceptación, las fue bajando lentamente.

HAS ESTADO ATRAPADA AQUÍ POR SIEMPRE Y SIMPLEMENTE NO PUEDES DECIR ADIÓS.

FIN FLASHBACK

—Perdona —la voz de la encargada me sobresaltó. La miré sin saber exactamente en qué momento había cerrado los ojos y había apoyado la cabeza en la mesa—. Vamos a cerrar ya, tienes que irte.

—Lo siento. De acuerdo —le contesté levantándome de la silla escuchando los pasos de la señora alejándose.

Ya no había nadie en la biblioteca y a mí me parecía seguir estando en aquél río. Fue nuestra primera vez y no pudo haber sido mejor.

Me gustaría tanto saber si él, en algún momento de su nueva vida, pensaba en mí.

Guardé mis cosas y salí caminando despacio a la calle, preguntándome si habría alguna manera de saber eso.

Quizá que me mirara y me sonriera, fuese lo único que necesitaba. Como si me estuviera diciendo con su voz, que me recuerda y que guarda con cariño todos esos momentos juntos.

CUANDO ESTÉS COMPLETAMENTE SOLA

Bajé por la misma calle por la que subí en la mañana y mis ojos volaron inconscientemente hacia el otro lado.

LLEGARÉ A TI.

Y le vi.

ICHIGO POV

Mis pasos caminaban lentos y cansados. El trabajo que nos habían mandado me estaba resultando demasiado difícil como para hacerlo con la mente en otro lado.

Siempre era igual. Me fijaba en Rukia por la mañana y mi memoria recordaba los momentos más felices que habíamos vivido juntos. 

Al final del día, solo me quedaba un sabor amargo de no saber si ella se acordaba de mí o si en algún momento le venía a la cabeza mi nombre.

Giré un poco el rostro y la vi. Nuestros pasos no se detuvieron, pero mi corazón sí. 

Estaba mirándome.

CUANDO TE SIENTAS TRISTE

Sus ojos violetas estaban puestos en los míos.

ESTARÉ AHÍ TAMBIÉN.

Hacía tanto tiempo que no nos mirábamos que creo que en ese instante los dos pensamos lo mismo.

Que nunca podríamos sentirnos solos.

Nos sonreímos y lo pude comprobar.

RUKIA POV

Su sonrisa me dio la respuesta. Nos acordábamos los dos el uno del otro y esos recuerdos viajarían siempre con nosotros.

Dejamos de mirarnos para seguir caminando, aunque yo no quité mi sonrisa. No me hizo falta girarme para saber si él también seguiría manteniéndola. Yo lo sabía.

Ahora sí que podía seguir hacia delante.

Estábamos continuando nuestras vidas, creciendo y madurando, por separado. Alejándonos cada vez más de los adolescentes que una vez fuimos.

No sabíamos lo que nos deparaba el futuro. Sin embargo, por mucho que pasaran los años,  jamás podríamos decirnos adiós. 

Siempre recordaríamos que hubo momentos, en los que nos quisimos tanto…

tanto…

que besarnos era como sentir el fin del mundo.

FIN

4 comentarios:

  1. 😭😭😭😭😭😭 estos finales abiertos me matan 😭😭😭😭. Me encanta tu optimismo y como no te deprimes cuando lo que planeas no sale como esperaba 😍 me gustaria ser mas como tu.😶😶😶

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ohhh muchas gracias Jawii!!♥♥♥ Que bonito lo que me has escrito! A mí sí que me encanta que me escribas siempre, me hace muy feliz :D

      Recuerda que antes de cualquier éxito, puede haber millones de fracasos antes y no hay nada de malo en eso. Lo importante siempre es continuar con tus objetivos y tirar hacia delante.

      Si necesitas ayuda en cualquier cosa, dímelo y te ayudaré ^^ Un abrazo fuerte♥

      Eliminar
  2. Simplemente hermoso :) me encanta.
    Tienes talento para escribir todas tus historias me gustan le pones tanto sentimiento que haces que me enganche fácilmente. Sigue asi eres una de mis escritoras favoritas :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias desconocido! ♥ Acuérdate de poner un nombre y así sé quien eres :D Ohhh >////< de tus escritoras favoritas? ♥♥ Que vergüenza jaja pero que feliz me hace también ^^ Espero seguir leyéndote por aquí.
      Un abrazo!

      Eliminar

¡No olvidéis comentarme! :D