ONE SHOT: ¡No quiero que se acabe el verano!

ONE SHOT SEPTIEMBRE 2015
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¡NO QUIERO QUE SE ACABE EL VERANO!
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—¡Ichigo, por favor! —exclamó Kon pataleando en la cama—. ¡Déjame tu cuerpo para que pueda disfrutar de lo que queda de verano!

—¡Te quieres callar ya! —le ordenó Ichigo frunciendo más el ceño, sentado en su cama mientras leía un manga—. Toda mi familia te va a escuchar.

—¿Y por qué no se lo dejas y ya está? —sugirió Rukia que estaba dibujando, sentada en el escritorio—. Así conseguirás que se calle de una vez.

Kon se puso de pie en el colchón.

—¡NEEEEEE-SAAAAAANNNNNN! ¡¡Eres la mejor!!

—¿Tú estás loca? —dijo Ichigo mirando hacia ella—. ¿Cómo le voy a dejar mi cuerpo a este pervertido?

El peluche se señaló a sí mismo con una de sus patas de león.

—¿Pervertido yo?

—¿Qué es lo puede pasar? —la morena observó al ojimiel con una sonrisa burlona—. ¿Qué una tía le de un bofetón a tu carita?

Kon sintió una ráfaga de viento con una temperatura más baja de lo normal entrar por la ventana.

—Uy, ¿qué es eso?

—Que me denuncien por acoso sexual, no te jode —le soltó Ichigo a la shinigami—. Anda sigue con tus horribles dibujos.

El león saltó hacia el alfeizar y se asomó mirando hacia el cielo, donde las nubes habían tapado un poco el sol, sintiendo otra fría brisa darle de lleno.

—¡Está viniendo el frío!

—¿Mis qué? —se levantó Rukia enfadada y le encaró—. ¿A que la que te va a dar ese bofetón voy a ser yo, imbécil?

—¡Las chicas se pondrán chaqueta y pantalón largo! —gritó Kon tapándose la cara con sus esponjosas patas de un modo dramático—. ¡Este es el fin!

Ichigo también se levantó de la cama.

—Venga. ¡Atrévete, medio metro!

El león respiró hondo para coger todo el aire que pudiese antes de gritar.

—¡NO QUIERO QUE SE….
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—…ACABE EL VERANO! —exclamó Isshin en mitad de la comida.

Ichigo y Rukia rodaron los ojos mientras continuaban comiendo. Otro igual que el escandaloso peluche.

—Yo tampoco tengo ganas de volver a las clases —dijo Karin agarrando su vaso de agua.

—¿Y si hacemos algo especial todos juntos antes de que terminen las vacaciones? —sugirió Yuzu con su voz risueña.

—Muy buena idea, hija.

—¿Algo cómo qué? —preguntó Rukia, un poco emocionada.

—Podríamos volver al parque acuático —respondió Isshin.

—¡Ni hablar! —dijeron a la vez sus tres hijos mirándole de reojo.

Rukia los observó sin entender y dirigió la mirada al mayor.

—¿Por qué no? La última vez nos lo pasamos genial —recordó éste.

—¿Genial, papá? —cuestionó Yuzu.

—Te recuerdo que te vestiste con un bañador de cuerpo entero de lunares verde, con un flotador en forma de pato y empezaste a bailar en mitad de la plataforma que había en la piscina grande —dijo Ichigo.

—Menuda vergüenza nos hiciste pasar —susurró Karin llevándose las manos a la cara.

Yuzu miró hacia Rukia. La morena se tapaba la boca para no reírse.

—Y encima nos señalaba a nosotros gritando que éramos sus hijos.

—Bah, no digáis chorradas —soltó Isshin moviendo la mano para restarle importancia—. No les creas, Rukia-chan, fue todo estupendo.
La shinigami observó como Ichigo miraba hacia ella y negaba con la cabeza.

—Fue una pesadilla —le susurró.

—Bueno, pues que tal.... —pensó el mayor colocándose un dedo debajo de la barbilla hasta que le vino a la cabeza otra idea—. ¡Ya lo tengo! ¡Al río!

—¡Ni hablar! —volvieron a exclamar sus tres hijos.

Rukia se rió por lo bajito.

—¿Por qué no? La última vez nos lo pasamos genial.

—Papá, ¿Qué entiendes tú por genial? —cuestionó Yuzu.

—Te recuerdo que te multaron porqué te emborrachaste y terminaste haciendo nudismo cuando ahí está prohibido —dijo Ichigo.

—El bochorno más grande de mi vida —soltó Karin volviendo a taparse la cara.

Yuzu miró a Rukia.

—Los que estaban allí llamaron a la policía y cuando éstos vinieron tuvieron que correr detrás de él para poder pillarlo.

—Bah, los jóvenes de hoy en día no sabéis divertiros. ¿Qué es una multa de nada? —volvió a mover la mano despreocupado hasta que tuvo otra idea—. ¿Y por qué no vamos al Karaoke?

—¡Ni hablar!
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Ichigo miró de reojo a Rukia que no había dejado de reír desde que habían acabado de comer. Su padre y sus hermanas habían salido pero ellos se habían quedado en casa.

—¿Vas a parar alguna vez?

La morena soltó otra carcajada antes de mirar hacia el joven. Los dos estaban sentados en el sofá viendo la televisión.

—Me encanta tu familia, Ichigo. Me lo paso genial aquí.

—Pues me alegro que se divierta, señorita Kuchiki —le soltó irónico volviendo la vista a la pantalla.

Rukia se volvió a reír hasta que la risa fue menguando poco a poco. Después de un rato, los dos se quedaron en silencio escuchando los informativos.

—En dos días volveré a la Sociedad de Almas —le contó la morena en un susurro.

Ichigo giró la cabeza hacia ella sorprendido.

—¿Tan pronto?

Rukia sonrió levemente.

—A mí también se me acaban las vacaciones. Tú vuelves a tus estudios y yo a mi trabajo como teniente.

El pelinaranja la observó en silencio durante un rato. Era tan fácil acostumbrarse de nuevo a tenerla ahí en su casa que ni se acordaba que estaba llegando el día en el que tenía que marcharse. Lo único que lo aliviaba era que, ahora, ya no era para siempre.

—¿Quieres que vayamos a algún sitio o que hagamos algo antes de que te vayas? —le preguntó Ichigo—. Noté que te hizo ilusión cuando lo sugirió Yuzu.

Rukia se sonrojó levemente pero lo disimuló sonriendo y moviendo las cejas.

—Sí que te fijas en mí, fresita.

Ichigo frunció más el ceño mirando hacia otro lado.

—Cállate, idiota.

—La verdad es que sí que me gustaría hacer algo que nunca antes he hecho.

—¿El qué? —preguntó volviendo a mirarla.

La morena le sonrió como una niña pequeña.

—Ir a pescar.
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Bajaron del autobús, junto a mucha más gente, cuando llegaron a uno de los lagos más cercanos. Las pocas nubes que había y que tapaban el sol, se habían alejado, dejando que los rayos dieran por completo en el agua dulce creando un paisaje precioso. Muchas personas se habían acercado ahí para pasar el día. Parejas, familias, grupos de amigos, pescadores solitarios… y ahora, ellos tres, que se unían también.

El tercer miembro abrió como pudo la mochila donde estaba metido y sacó la cabeza. Enseguida empezó a babear cuando vio a un grupito de chicas en bikini que tomaban el sol.

—Gracias por haberme traído, nee-san.

—Shh, no hagas ruido —le dijo Rukia siguiendo a Ichigo por la hierba para acercarse a la orilla y encontrar un buen sitio donde que enseñarle a pescar—. Te he traído por si hay algún hollow y que el cuerpo de Ichigo no se quede tirado.

—Pues ahora mismo tengo muchas ganas de que aparezca uno —opinó Kon mirando hacia otras chicas con corazones en los ojos.

La morena negó con la cabeza.

—Vamos a ponernos aquí —sugirió Ichigo dejando la caja de metal donde llevaba la caña y los cebos.

Su padre los había llevado a pescar, a sus hermanas y a él, en más de una ocasión pero si él lo hubiera sugerido en mitad de la comida, sus tres hijos se hubieran negado en rotundo. No quería ni recordar la vergüenza que les hizo pasar cuando le dio por competir con otro pescador. No, mejor olvidaría ese recuerdo.

Montó la caña y colocó el cebo en su sitio. Se la entregó a Rukia después de que ésta dejara su mochila también en el suelo. Observó que Kon se sentaba fuera de ella y se quedaba quieto mirando hacia la gente.

—Vale, ¿cómo la tengo que tirar?

—Mira, te tienes que poner así, sin agarrar el carrete —se puso detrás de ella colocando sus manos encima de las de ella. Notó que su propio cuerpo se puso nervioso pero era la mejor forma de enseñarle—. Después haces éste movimiento hacia atrás y… —lo hizo junto a ella— ¡lanzas el sedal!

—¡Ohh! ¡Que lejos ha ido! —exclamó Rukia contenta sintiendo el calor de Ichigo envolviéndola todo el rato hasta que él se separó sonriendo.

—Ahora hay que esperar a que algún pez pique. En la pesca hay que tener paciencia.

—¿Cómo sabré si he pillado algún pez?

—Notarás como tirará de la caña. Sujétala bien.

—¿Y luego que ten…? —se calló enseguida al sentir la presencia de un Hollow cerca.

Ichigo también lo sintió antes de que empezara a sonar su insignia. Kon no podía estar más feliz.

—Ya voy yo, Rukia. Está cerca, tú quédate aquí —agarró el objeto y salió de su cuerpo. Se acercó a Kon y le hizo salir del peluche.

Enseguida, su cuerpo inconsciente se levantó con una sonrisa enorme.

—¡Que bien!

—¡Ni se te ocurra hacer nada o te quitaré todo el relleno! —exclamó Ichigo saltando en el aire antes de hacer el shunpo.

Rukia, cuando le perdió de vista, dirigió su mirada violeta hacia donde estaba Kon.

—Será mejor que te quedes aquí conmi… —al no verlo, miró hacia todos los lados, con la caña de pescar en las manos hasta que le vio correr a lo lejos hacia uno de los grupos de chicas que habían visto cuando llegaron. Se le cayó una gota por la sien sabiendo que hiciera lo que hiciera,  a Ichigo no le iba a hacer ni puñetera gracia.
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Que fácil ha sido acabar con él —pensó Ichigo colocando su espada en la espalda acercándose al lago—. Aunque claro, después de todos los enemigos con los que he tenido que pelear, los demás ya me parecen muy débiles. Igualmente, no tengo que subestimar a ningúno.

Cuando llegó al lago, se detuvo en el cielo, observando hacia donde estaba Rukia. Sonrió al verla mover el agua con el pie como si estuviera llamando a los peces. Con esa sonrisa buscó a Kon con la mirada pero al encontrarlo la mueca se esfumó de su rostro de un plumazo.

Apretó los puños enfadado y sonrojado por lo que estaba viendo.
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—Chicas, chicas, tranquilas, hay Ichigo para todas —dijo Kon con una enorme sonrisa y sin camiseta.

—Que fuerte estás, Ichigo-kun.

—Me encantan tus brazos —soltó una de las chicas acariciándole.

—Tiene que costarte mucho trabajo mantener este cuerpo —opinó otra pasando la mano por los abdominales.

Kon puso cara de pervertido al ver que esa mujer tenía unos pechos enormes.

—Si me tocáis tanto… —se acercó más a ella y puso sus dos manos delante abriendo y cerrando los dedos— yo también puedo hacerlo ¿verdad?

—¡KYAHHH! —le dio un bofetón al tocarle éste los pechos—. ¡PERVERTIDO!

Kon se sobó la mejilla.

—¡Vosotras me estabais tocando sin permiso!

—¡Aléjate degenerado!

La gente que estaba cerca se giró hacia ellos.

—¿Degenerado yo?

—¡Depravado!

—¡KON!

El rostro de Ichigo se quedó blanco al escuchar esa voz. Las chicas se miraron entre ellas sin entender que le pasaba. Vieron como el chico giraba la cabeza hacia su derecha y abrió los ojos con miedo.

—Ichigo, te juro que no he hecho nada.

—¿Con quién está hablando? —cuestionó una de ella a sus amigas—. ¿Ichigo no era él?

—Ay madre mía, que encima de pervertido está loco.

—¿Se puede saber que estabas haciendo? —preguntó Ichigo agarrando su espada y caminando hacia él.

—Ey, ey, para, ¿Qué vas a hacer con eso? ¡Te recuerdo que es tu cuerpo! —exclamó Kon dando pasos hacia atrás con miedo en la voz hasta que empezó a huir corriendo—. ¡No ha pasado nada malo!

—¡¿Qué no ha pasado nada malo?! ¡Si te acabo de ver, gilipollas! —echó a correr detrás de él—. ¡Ven aquí, cobarde!

—¡Lo siento, lo siento, lo siento! —gritó repetidamente Kon llamando la atención de todos los que estaban por ahí.

—¿Está hablando solo?

—Será un paranoico de esos.

—Quizá tiene un amigo imaginario que lo persigue.

—Pues eso no es muy normal, ¿no?

Rukia miró hacia atrás cuando el barullo de los gritos llegó hasta donde estaba ella. Abrió los ojos sorprendida al ver como Ichigo corría enfadado detrás de su propio cuerpo. Todo un espectáculo. Observó que la gente murmuraba pero supo que sí lo hacían viendo a solo uno de ellos corriendo y gritándole al viento, el ver a otro con la misma cara, vestido de negro, gritando igual y con una espada alzada a lo troyano, haría que salieran de allí huyendo en estampida.

Rukia suspiró y volvió a dirigir su atención al agua. Volvió a moverla con el pie.

—¿Por qué no pescáis, pececitos?
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Ichigo agarró al peluche, para que no escapara en cuanto metió dentro la píldora gikongan, y le hundió la cabeza en el agua.

—¡Bluahh! ¡Bluahh!

—Ichigo, vas a ahogarlo —advirtió Rukia cambiando el cebo por uno nuevo y volviendo a tirar el sedal como le había enseñado.

—¿Cómo se va a ahogar si no respira? —lo sacó y le observó toser con sus ojos entrecerrados.

—No respiraré pero soy tu amigo, ¿así me tratas? —le preguntó intentando llevar el enfado a su terreno haciéndolo sentir mal.

—¿Y tú a mí? —se señaló la mejilla aún un poco roja—. ¡Te tengo dicho que es mi cuerpo, joder! ¿Siempre tienes que ir detrás de todas las tías?

Kon alzó sus hombros.

—Pues claro que sí, es algo normal, Ichiguito. El raro eres tú. Si sigues así, morirás virgen.

Ichigo se sonrojó al igual que Rukia que miraba hacia otro lado.

—¡TÚ SÍ QUE VAS A MORIR AHORA MISMO! —le agarró fuerte para hundirlo de nuevo en el agua hasta la hierba de fondo cuando escuchó como la morena gritó.

—¡Creo que ha picado uno!

—¿Enserio? —soltó a Kon y se levantó para acercarse a ella.

—Sí y parece que es grande porqué tira bastante fuerte —respondió Rukia colocando un pie hacia atrás para hacer más fuerza.

—¡Vamos nee-san, tú puedes!

—¡Tira, Rukia!

—¡No puedo sacarlo!

Ichigo se puso detrás de ella, agarró la caña igual que la otra vez y sujetó la manivela para recoger el sedal.

—Sí que es grande, sí.

—A la vez, Ichigo —dijo Rukia mirando hacia arriba para ver como el chico asentía. Volvió a mirar hacia delante—. Uno, dos y… ¡tres!

Tiraron los dos hacia atrás con fuerza pero con cuidado, consiguiendo finalmente que el pez saliera del agua. Los tres sonrieron abiertamente al ver su tamaño.

—¡Es enorme! —se rió Rukia feliz.

Ichigo también soltó unas carcajadas contento.

—Encima tu primer pez, ¡enhorabuena!

—Es que eres la mejor, nee-san.

—¿Nos hacemos una foto antes de que lo devuelva al agua? —sugirió la morena.

—Claro —dijo Ichigo sacando su móvil y subiéndolo hacia arriba enfocando hacia ellos.

Kon miró hacia los lados y al ver que nadie estaba atento, saltó entremedio de ellos dos y puso su mejor cara para la foto. La morena alzó el pez para que se viera.

Sonrieron y enmarcaron el recuerdo.
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Pronto llegó el atardecer y muchas de las personas se habían quedado aún ahí para poder disfrutar de los últimos días que les quedaban de vacaciones.

Ichigo y Rukia se habían alejado de la orilla y se pusieron más en el medio para poder ver mejor la puesta de sol. Kon se había quedado dormido en la hierba.

—¿Te lo has pasado bien? —preguntó el ojimiel.

—Muy bien, gracias por llevarme a pescar. Se lo contaré a todos cuando vuelva.

Se rieron bajito volviendo a quedarse en silencio. Rukia observó su mejilla y llevó su mano hacia ella.

—¿Aún te duele? Esa chica tenía fuerza.

El shinigami se sonrojó levemente por esa caricia y carraspeó.

—Le pegó con todas sus fuerzas, pero ya no me duele. Es solo la marca.

Rukia suspiró mirando hacia sus piernas estiradas en el suelo.

—Voy a echar de menos el estar aquí, en tu mundo —levantó los ojos al cielo—. Cuando estoy aquí, me siento viva.

—Es que lo estás —le dijo serio.

—No, Ichigo —le sonrió—. No nos mintamos. Esto es solo un Gigai, no puedo sentirme viva.

El joven la observó todo el rato. Como miraba hacia arriba y como el atardecer se reflejaba en su blanco rostro. Respiró hondo y se armó de valor para hacer lo que su corazón le pedía aunque no supiera la razón. Quizá porqué no le había gustado lo que le había dicho de que no podía sentirse viva o quizá porqué lo deseaba de verdad, no lo sabía. Sin embargo, sin pensarlo demasiado, le sujetó por las mejillas sorprendiéndola y la besó.

Rukia tenía los ojos bien abiertos notando la presión de los labios de Ichigo en los suyos y sintiendo los latidos de su propio corazón bombeando rápidamente en su pecho. No le dio tiempo a reaccionar ni a darse cuenta de lo que realmente estaba pasando cuando Ichigo se separó y conectaron sus miradas.

El joven también sentía sus latidos acelerados y sus nervios a flor de piel. Había sido su primer beso y había sido con ella. La verdad era que no se arrepentía aunque temía haber fastidiado su relación de amistad.

—¿Lo has sentido? —le preguntó soltando sus mejillas y separándose—. Sí que estás viva.

Rukia se mordió el labio inferior antes de hablar. Nunca se había sentido así. Había algo en su interior que la estaba alterando de una manera extraña pero estaba claro que jamás en su larga vida se había sentido más viva que en ese preciso momento.

—Me has besado —susurró.

—Sí.

—En la boca.

—Lo sé.

—¿Después de como te pusiste cuando Kon besó en la mejilla y en la mano a Inoue y a Tatsuki en el instituto?

—De eso hace ya mucho tiempo —agachó la cabeza y se llevó una mano al pelo.

—Pero esto no es algo normal entre nosotros.
Ichigo apretó los dientes sabiendo que tenía razón, pero ya no había marcha atrás. Volvió a actuar antes de pensar.

—¿Quieres que lo repitamos? —soltó sorprendiéndola de nuevo.

—¿Cómo?

Él miró hacia otro lado deseando con todas sus fuerzas que Rukia no le rechazara. Si lo hacía, su amistad sí se rompería del todo por culpa de su propio arrebato.

—Así dejaría de ser extraño ¿no crees?

Rukia respiró hondo contemplando su perfil. Observaba como éste movía sus ojos despacio, acercándolos a los suyos, esperando una respuesta por su parte. Si hubieran estado en otra situación, le hubieran entrado ganas de burlarse de él de verlo tan sonrojado y con aquella mirada o de ser otra chica que le diera un bofetón por atreverse a besarla. Pero al saber que estaba así por ella lo único que deseaba era guardarse en su memoria el recuerdo de ese momento, las facciones de su rostro y todas las emociones que experimentaba.

Sí así era como se sentía alguien vivo, sabía que era lo que quería hacer. Ya no había marcha atrás y si tenía que tirarse días y días pensando sobre la razón que la llevó a hacer eso, lo aguantaría. Vivir el momento... ¿acaso no era una frase que decían mucho los humanos?

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—¡SE HA ACABADO EL VERANO! —exclamó Kon pataleando en la cama.

—¡Quieres callar de una vez! —ordenó Ichigo sentado en su escritorio, haciendo los ejercicios que le habían mandado en el instituto—. Mi familia se va a pensar que soy yo quien da esos gritos. Aunque estoy seguro de que ya lo piensan.

—Eres un mal amigo —le dijo el peluche cruzando los brazos—. Al final no me has dejado tu cuerpo para hacer nada después de aquella vez.

—Te aguantas.

—Al menos cuando mi amada nee-san estaba aquí, quedarse encerrado en este cuarto era mucho más agradable. ¿Cuándo volverá con nosotros?

Ichigo suspiró y paró de escribir pensando en ella.

—No lo sé.

—Cuando vuelva… —saltó hacia el escritorio y miró hacia arriba, a un corcho donde el joven tenía varios papeles y fotografías. Una de ellas, era la de Ichigo, Rukia y él posando sonrientes con el pez que había pescado la morena— podríamos volver al lago para pescar.

Ichigo sonrió de lado al recordar de nuevo aquél día en el que pensaba a cada momento.

—Creo que no vamos a poder volver.

FLASHBACK

Rukia le agarró las mejillas como había hecho él y lo besó como respuesta a aquella proposición de repetir. Fue un beso suave pero enseguida empezaron a mover sus labios incrementando la intensidad gradualmente. La morena llevó sus manos hacia arriba tocando su piel y hundiendo sus dedos en el cabello naranja.

Ichigo le envolvió la cintura y se tiró hacia atrás, estirándose en la hierba, con ella encima, sin dejar de besarse.

—¡Mamá, mira que están haciendo esa pareja de ahí! —señaló una niña.

—No mires y no señales, hija.

—¡Iros a un hotel! —exclamó un anciano.

—¿Lo hacemos también nosotros? —le preguntó un chico a su novia.

—Va a ser que no, recuerda que sigo enfadada contigo.

—¡Exhibicionistas!

—¡Es el loco de antes!

—¿El que se puso a correr gritando solo?

Ichigo y Rukia se separaron con la respiración agitada y se miraron con los ojos entrecerrados.

—Ese tocó las tetas a una chica que estaba con unas amigas y ahora está con otra.

—Menuda juventud la de ahora.

—Son todos unos pervertidos.

Los dos shinigamis se sonrieron y volvieron a besarse.
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FIN
¡Espero que os haya gustado! Como en el otro os dejé sin beso, en este he querido compensaros jijiji
Me he quitado esa espinita yo también xDD
Me he reído bastante imaginándome las escenas con Kon y con el padre jajajaja Ha sido divertido escribirlo :D Espero que también os lo haya parecido ^///^ 

¡Nos leemos! ¡Besos!
 

 

10 comentarios:

  1. gracias Naty!!!! que hermoso detalle.
    la historia me encanto, me reí mucho ese Kon es un loquillo la situación en la que puso al pobre de Ichigo, todo el mundo contra el, lo tildaron de chiflado, fue muy divertido
    POR FIN!!! se besaron esa espinita por fin salio nos diste el beso wiiiiiiiiii.
    nos leemos mañana con la historia del shinigami
    besos <3

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    1. De nada Angie! :D Espero que disfrutaras mucho de tu día de cumpleaños y que te hayan regalado muchas cositas! ^^
      Me alegro de que te haya hecho reír este OneShot, sí por culpa de Kon se creyeron que Ichigo estaba loco xDD
      Besitos para ti!!! <3

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  2. Oooowww que lindo!!! Jajajajaja mendigo Kon jajaja esta loco!!!! XDD me encanto *--*son tan~ alkjsdhalkdañ >///< jajajaja mejor se hubieran ido a un hotel y hubieran dejado a Kon ahí jajajaja

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    1. jajajaja hubieran dejado a Kon ahí tirado durmiendo en la hierba, estoy segura de que Ichigo lo haría encantado xD Me alegro de que te haya gustado ^^
      Besos!! <3

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  3. jajajaja XD Kon e Isshin si que estan locos de remate jajajajajaja, me gusto este one shot, y ichigo estan tierno >///< pero lo que me mato fue el final XO jajajajajajajajajajajajajajajaja me encanto lo A_M_O (>.<)

    Besos kimizuka <3

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    1. Están locos esos dos xDD Se parecen bastante jajajaja Me alegro de que te haya gustado, quería hacer algo diferente y que estuviera gracioso :D Ichigo es un amor ^^
      Nos leemos Kimizuka! Muchos besos <3

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  4. Lo que me he podido reir con este one-shot ajjaja. No se si me ha hecho más gracia el pobre Isshin, Kon o el final ajjajajaja

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    1. Hola Kai! jajaja me alegro de que te haya gustado y sobretodo que te haya hecho reír :D A mi también me hacia gracia imaginármelos en esas situaciones y también toda la gente ahí hablando y cuchicheando de ellos jajajajaja
      Besos! <3

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  5. ¿Cuál fue su parte favorita del viaje?
    Mi parte favorita fue cuando Kon exhibió el cuerpo de Ichigo.
    Jaja, nada más de imaginarmelo me da pena ajena, pobre Ichigo xD Y luego el mismo Kon a veces le hecha de wacala al cuerpo de Ichigo, pero que si bien el cuerpo le da más posibilidades con las chicas, cínico este xD
    El besito, que vergüenza, la gente metiche...
    Pero bueno, al menos hubo *^*

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    1. jajajaja pobre Ichigo, Kon se aprovecha de todas las oportunidades que tiene xD y la gente hablando y criticando mientras se besan jajaja Lo puse porqué me supo mal dejaros sin beso en el pasado OneShot ^/////^

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