STRIPTEASE Capítulo 22: Seguir hacia delante

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STRIPTEASE
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CAPÍTULO 22
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SEGUIR HACIA DELANTE
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—Vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí? ¿Una reunión familiar? —los tres se giraron hacia donde procedía la voz masculina. Ichigo frunció el ceño al no reconocer a la pareja que se acercaba a ellos pero Rukia se tensó en la silla de inmediato. Eran Shinrei y su mujer. Cuando se detuvieron enfrente de la mesa, el hombre miró fijamente a la morena y sonrió—. ¿Podemos unirnos?

Byakuya suspiró maldiciendo esa extraña casualidad. No deseaba que sus tíos estuvieran ahí ya que tenía asuntos que hablar con Rukia que justamente ellos no tenían que escuchar, pero tampoco podía decirles que no y rechazarlos delante de todo el mundo. No le quedaba más remedio.

—Por supuesto —vio de reojo como Rukia lo miraba con el ceño fruncido—. Podéis sentaros.

—Esto es una cena privada —soltó la morena de golpe dirigiendo su mirada violeta a los recién llegados—. Byakuya está siendo cortés pero la verdad es que no podéis uniros.

Yoshino la observó con los ojos entrecerrados y el rostro altivo, como si estuviera a punto de chafarla como un insecto.

—Tú no decides eso, Rukia. ¿Así tratas a los que hemos sido tu familia?

—¿Familia? ¿Ustedes? —cuestionó la joven con tono sarcástico—. No me haga reír, señora.

—Calma, calma —sugirió Shinrei acompañándolo de movimientos con la mano para después mirar a Rukia—. Solo estaremos un rato, hay temas que tenemos que tratar y lo sabe, señorita… Ukitake.

Ichigo frunció más el ceño por ese remarque en su antiguo apellido. Por lo que habían dicho supo que también eran miembros de la familia Kuchiki. Lo que más le impresionó fue que no hacía falta pararse a verlos durante mucho tiempo para darse cuenta de que todo lo que llevaban encima valía muchísimo más que cualquier cosa que él vistiera en esos momentos o que tuviera en todo su armario. Las joyas de la mujer, el reloj del hombre o los zapatos italianos de los dos. Sí Byakuya ya le había parecido un noble estirado no supo encontrar las palabras adecuadas para definirlos a ellos. La mitad de África podría comer con lo que costaba ese collar.

—Sentaos, por favor —dijo Byakuya.

—Muchas gracias —agradeció Shinrei sentándose en el asiento libre al lado de su sobrino justo delante de Ichigo. Su mujer se sentó a su lado—. No tengo el gusto de conocer a este joven. ¿Tú eres…?

—Ichigo Kurosaki —le respondió percatándose de que el mayor no tenía ninguna intención de saludarle con un apretón de manos. No le conocía de nada pero viendo lo nerviosa que estaba Rukia por la presencia de esos dos, le agradeció interiormente que no lo hiciera.

—Encantado, yo soy Shinrei Kuchiki, el tío de Byakuya —sonrió de lado—. Y ella es mi mujer, Yoshino.

El pelinaranja hizo un movimiento de cabeza hacia la mujer a modo de saludo pero enseguida se sintió estúpido ya que ella no se movió. Seguía con aquella altivez observándolos como si no fueran nadie al lado de ella.

Rukia, sin embargo, mantenía la mirada en su copa vacía percibiendo como los ojos de Shinrei estaban fijos en su persona. Supo que de no haber estado Ichigo ahí, desde el mismo instante en el que los había visto acercarse se hubiera levantado y se habría marchado.

—¿Qué tema quieres tratar, tío? —preguntó Byakuya notando claramente el malestar de Rukia.

—Deja de dar rodeos, sobrino —le miró de reojo—. ¿Me has traído la renuncia de la señorita Ukitake o voy a tener que esperar más tiempo?

—Creo que va a ser más lo segundo —respondió el abogado observando como sus tíos fruncían el ceño claramente enfadados—. Me he olvidado de traerla.

El camarero interrumpió por un momento la conversación al ofrecerles la botella de vino y la de agua. Se sorprendió de ver más comensales.

—Señores, ¿les traigo la carta?

—No hará falta, no se quedaran a cenar —contestó Rukia antes de que ninguno de los recién llegados se atreviera a hablar—. Sólo estarán un rato.

La pareja la miraron, una más cabreada que el otro por aquél descaro, sin embargo sonrieron al camarero manteniendo la compostura. No querían que al negar lo que había dicho la joven, ésta empezara a discutir con ellos formando todo un espectáculo en el restaurante. Tenían una reputación que mantener.

—Pronto nos marcharemos.

—Sí, señores —hizo una reverencia y se marchó.

La tensión entre los cinco volvió a palparse y la primera en hablar fue la mujer.

—¿Cómo que te has olvidado? —cuestionó Yoshino—. ¿Por qué actúas tan raro, Byakuya? Tú no eres del tipo de persona que se olvida las cosas y más si son documentos importantes.

—A mí también me resulta muy difícil de creer —opinó Shinrei dirigiendo su mirada a Rukia—. No vamos a tolerar que nos estéis mintiendo.

—No estamos mintiendo, señor —dijo la joven con voz firme para que la creyeran—. Hemos firmado esa renuncia tanto Byakuya como yo.

—Parece que os muráis por tener cuanto antes esa renuncia de Rukia —soltó Ichigo.

Yoshino le propinó una mirada despectiva al escucharle dirigirse a ellos sin un mínimo de respeto.

—Por supuesto que queremos esa renuncia lo más pronto posible —miró a Rukia y se llevó una mano en el pecho como si estuviera dolida—. ¿Sabes la vergüenza que me hiciste pasar al enterarme que una de los nuestros estaba trabajando de stripper? ¿Cómo pudiste hacer eso? ¿Dónde está tu decencia, niña?

Rukia apretó los dientes y notó como la mano de Ichigo le agarraba la suya por debajo de la mesa antes de responderle.

—La decencia la perdí cuando entré a formar parte de la familia Kuchiki. Habría que ver las cosas que hacen ustedes en vuestra vida privada.

Yoshino abrió la boca sorprendida. Si le había molestado que ese joven de pelo naranja, que ya ni se acordaba del nombre, le hablara sin respeto, la respuesta de Rukia fue mucho peor.

—Niñata deslenguada —miró a Byakuya con el ceño fruncido—. ¿No vas a recriminarle ese comportamiento?

El abogado observó a Rukia sabiendo que de haber estado solos sí que le habría dicho que cuidara ese lenguaje pero ahí delante de ellos no lo iba a hacer.

—¿Por qué debería hacerlo? Ella y yo ya no somos familia.

Shinrei esbozó una sonrisa ladeada encantado. A su mujer se le notaba a kilómetros de distancia que no estaba a gusto pero él estaba disfrutando de lo lindo. Le fascinaba esa personalidad de la morena y con el vestido que llevaba estaba preciosa. Solo podía pensar en dos partes de su cuerpo, cubiertas por esa tela.

—Tu novia tiene carácter, eh —le dijo a Ichigo—. ¿Desde cuando hace que estáis juntos?

—No te interesa saberlo —respondió el pelinaranja directamente con el ceño aún más fruncido. No le estaba gustando nada como ese hombre miraba a Rukia y por la forma en la cual le devolvía el apretón de su mano, sabía que a ella tampoco le hacía ninguna gracia.

—Claro que me interesa. Yo siempre me he preocupado por el bienestar y la felicidad de la señorita Ukitake.

Byakuya intervino antes de que Rukia, que negaba con la cabeza y suspiraba, no pudiera callarse más las ganas que tenía de soltarle cuatro palabras malsonantes a ese hombre.

—Tío, por favor. ¿Por qué no nos dejáis solos?

Shinrei eliminó su sonrisa y miró con el rostro serio a su sobrino.

—¿Cuándo te vas a Corea del Sur?

—Mañana por la noche.

—Pues el sábado quiero que me envíes la renuncia firmada. No te daré más días. La familia no va a esperar más tiempo.

¿La familia o tú? —pensó Ichigo.

—Nuestra paciencia se agota —dijo Yoshino cruzándose de brazos—. ¿Por qué no llamas a tu secretaria y que nos lo envíe ella?

Byakuya le habló con voz firme.

—Mi secretaria no sabe nada de esto así que dejarla al margen.

—Quiero decirte algo Byakuya —indicó Shinrei—. Si todo esto es mentira y no recibo ese documento, el que acabará perdiendo los privilegios de su apellido serás tú. Seguirás manteniendo el nombre, por supuesto, pero dejarás el bufete y no serás un miembro de la familia con pleno derecho.

Ichigo y Rukia fruncieron el ceño y miraron a Byakuya. Éste giró su cuerpo hacia su tío y se puso más recto en la silla.

—Esos bufetes son míos. Los he levantado yo. He trabajado muchísimo en ellos.

—Pero sólo un Kuchiki aceptado puede ser el director.

—Tú serás un repudiado, sobrino —corroboró Yoshino.

Rukia sintió un nudo en el estómago. ¿Serían capaces de llegar a eso? ¿A él, que lo había dado todo por su trabajo? ¿Por qué no le decía ahí mismo a su tío que pronto tendría esa renuncia en su poder?

—Así que… —continuó Shinrei— si no quieres perder todo eso, más te vale tener ese documento firmado por los dos.

—¡La tiene! —exclamó Rukia—. Te la entregará en cuanto pueda. Yo ya la he firmado y él es consciente que es lo que quiero —miró al hombre que un día fue su cuñado—. Salir de una vez de esta familia.

Byakuya se quedó en silencio viendo como la morena le decía con la mirada que ya estaba bien. Que ya había acabado todo y no tenía que meterse en problemas por su culpa.

—Me alegro de oír eso, señorita Ukitake —dijo el mayor sonriéndola de nuevo disfrutando de que su sobrino se había quedado callado, seguramente porqué no se había esperado esa amenaza. Estaba clarísimo que él no tardaría en darle la renuncia que tanto ansiaba—. Así ya no habrá nada que nos una.

A Ichigo le estaba costando horrores mantenerse callado. Ese hombre le transmitía una sensación muy desagradable. Al meterse en tantas peleas de más joven, siempre había sido capaz de diferenciar a las personas que peleaban por recuperar algo, ya sea el orgullo herido o algún objeto robado, a los que sencillamente se divertían del sufrimiento ajeno. El noble que tenía delante y que empezó a levantarse de su asiento junto a su mujer, le pareció más bien del segundo tipo.

—Iré llamando al chófer —dijo Yoshino a su marido antes de alejarse de la mesa sin ni siquiera despedirse.

—Deseo de todo corazón no tener que volver a llamarte, Byakuya —siguió sonriendo dirigiéndose después a la pareja—. Lamento este espectáculo, Kurosaki. Normalmente no me comporto así. Cuídese, señorita Ukitake.

Él único que les vio marcharse fue Ichigo. Byakuya mantenía los ojos puestos en la mesa pensando en lo que acababa de ocurrir y Rukia lo miraba a él. El camarero se acercó con los primeros platos, que eran fríos, y los dejó delante de cada uno. Se mantuvieron en silencio hasta que se marchó.

—Dame ahora mismo esa renuncia. Quiero firmarla.

—No vas a firmar nada —dijo Byakuya agarrando los cubiertos.

La morena frunció el ceño y puso las dos manos encima de la mesa.

—¿Cómo que no? ¿Acaso estás pensando en que continue siendo una Kuchiki después de lo que te acaba de decir?

—Pues claro que estoy pensando eso, Rukia —le respondió mirándola a los ojos con el mismo ceño fruncido—. Tu hermana era mucho más importante para mí que toda mi familia junta. Aún lo sigue siendo. Le prometí que cuidaría de ti y es lo que voy a hacer.

—Si quieres proteger a Rukia hay muchas maneras de hacerlo —intervino Ichigo sabiendo que ella quería acabar con todo eso—. No tienes que obligarla a permanecer en tu familia si ella no quiere. Si mis hermanas necesitasen mi ayuda buscaría cualquier forma sin importar las circunstancias.

—Si mantiene el apellido puedo protegerla muchísimo mejor.

El ojimiel arrugó la frente ante aquella respuesta. ¿Qué pasaba ahí? ¿Qué había detrás de su insistencia en que Rukia siguiera siendo una Kuchiki?

—¿Pero de que me tienes que proteger? Ni que vinieran unos malvados villanos detrás de mi —soltó irónica.

—¿De éste capullo que se acaba de ir? —preguntó Ichigo mirando fijamente al abogado, notando que Rukia giraba la cabeza hacia él—. No me ha gustado ni un pelo como la miraba.

La ex bailarina suspiró. No deseaba que saliera ese tema.

—De mi tío y de toda mi família —respondió Byakuya—. No me fío de nadie. En una cena que hicimos en su casa, algunos hombres se ausentaron y los escuché hablar de ti. De cuando trabajabas en ese bar.

Ichigo apretó los puños y volvió a mirar por donde se habían marchado esos dos, que seguramente aún estarían en el vestíbulo esperando a que llegara su coche a buscarlos. Rukia recordó lo que le dijo Shinrei cuando fue a verla a su piso.

Sí que hemos hablado mucho sobre usted e incluso, quiero hacerle saber, que algunos de nosotros nos pasamos por ese bar para poder verla en directo. Tiene un cuerpo estupendo para ser tan bajita, señorita Kuchiki. Unas piernas largas y unos pechos redondos perfectos.

—Me contó que habían ido a verme.

El ojimiel volteó hacia ella en un segundo.

—¿Te lo dijo cuando apareció en tu piso? —le preguntó viendo como ella asentía sin mirarlo a la cara. Él frunció más el ceño—. ¿Por qué no me lo dijiste?

—Porqué no quiero darle importancia —respondió antes de susurrar—. Aunque me hizo sentir muy violenta con las cosas que me dijo.

Ichigo se levantó de golpe dispuesto a ir hacia ese hombre, sin embargo Rukia le agarró fuerte del brazo para detenerlo. La gente que estaba sentada cerca se giraron curiosos por el arrebato del joven.

—Suéltame, voy a cambiarle la cara a ese gilipollas —se soltó del agarre pero ella se levantó para sujetarlo mejor.

—Ichigo por favor, te puedes meter en un buen lío.

—¡Me importa una mierda!

—Kurosaki —le llamó Byakuya desde su asiento—. Rukia tiene razón. Shinrei ahora mismo es casi el cabeza de una de las familias nobles mas importantes e influyentes de Japón. No solo te meterías tú en problemas sino que arrastrarías contigo a tu padre y a tus hermanas.

Ichigo paró de forcejear con Rukia después de escuchar eso. Ésta aprovechó para empujarlo hacia el asiento para que se sentara.

—Por eso no te he dicho nada, Ichigo. Meterte a ti y a tu familia en todo esto es lo que menos deseo.

—Solo de imaginar las cosas que te habrá dicho me pongo enfermo —se sinceró mirándola a los ojos—. Si volviera a tenerlo enfrente no sé como actuaría.

Byakuya observó como Rukia apoyaba su frente en el hombro del joven y como éste entrelazaba sus dedos con los de ella. A él no le gustaba llamar la atención de la gente pero no sería capaz de decir que le había disgustado el arrebato de Ichigo y ese notable enfado por saber que el hombre que había tenido enfrente hizo sentir violenta a su pareja cuando estuvo en su piso. Eso decía mucho de lo que sentía por Rukia.

—Es por eso por lo que no quiero que salgas de la familia —habló Byakuya—. Si sigues manteniendo este apellido no podrá hacerte nada.

—¿Y que quiere hacerme? —cuestionó Rukia después de levantar la cabeza y mirarlo.

—Ni idea, mejor no pensarlo.

Ichigo rechistó.

—Como odio a estos ricos que se creen que pueden hacer lo que quieran  —señaló al abogado— y también lo digo por ti. Que pusiste a gente detrás de ella.

—Yo lo hice para protegerla y para que aceptara mi trato.

—Si no hubiera sido por ti quizá ellos no habrían descubierto que trabajaba ahí.

Byakuya no dijo nada. Muchas veces se había replanteado lo mismo. Que si no hubiera sido por él y su afán de encontrarla…

—Eso no es verdad, Ichigo —dijo Rukia—. Shinrei me contó que había puesto a sus propios hombres para vigilarme.

—¿Qué?

—¿Eso te dijo? —preguntó Byakuya.

—Sí, pero me contó que ya no tenía a nadie.

Ichigo arrugó la frente al recordar algo que había pasado el día anterior.

—¿Y si ese ruido que escuchamos…  en el gimnasio del insti…?

Rukia también recordó.

—¿Una cámara? —susurró asustada.

—Contarme eso —ordenó Byakuya apoyando sus codos en la mesa.

—Fui a buscar a Ichigo al entreno de Baloncesto en el instituto y cuando estábamos en su vestuario escuchamos un ruido raro —contó Rukia mirando alternativamente a los dos.

—Pensamos que podría ser cualquier cosa de la pared o también gotas de cualquier ducha mal cerrada pero ahora que sé que ese tío tuvo a gente detrás de ella… ya no sé que pensar.

—¿Estabais los dos solos? —vio que asintieron. Enseguida pensó otra pregunta—. ¿Hacíais algo que no se debe de hacer ahí?

Se miraron  y asintieron de nuevo a la vez, algo sonrojados. Byakuya juntó sus manos y apoyó la barbilla haciéndose una idea de que estarían haciendo un par de adolescentes enamorados al estar solos. Sabía que a su tío le gustarían unas fotos semejantes.

—No vas a firmar esa renuncia —repitió de nuevo.

—¿Y que pasa con mi trabajo? —quiso saber Rukia replanteándose hacer lo que él decía. El pensar que Shinrei podría tener fotos de ellos dos mientras se estaban besando y cuando ella tenía la parte de arriba desnuda, le hacía empezar a experimentar una especie de pánico en su cuerpo.

—Tranquila, no dejaré que hagan nada en tu contra.

—¿Y que ocurrirá contigo?

—Soy el único abogado capacitado para llevar todos los bufetes que tenemos. Se están marcando un farol. En mi oficio he visto a demasiada gente actuando de la misma manera.

—Además si dices que sois una de las familias más influyentes de Japón, quedarían muy mal si la prensa se entera de que han repudiado a uno de los suyos —opinó Ichigo.

Byakuya le escuchó atento.

—Sí, los bufetes perderían toda la credibilidad y nadie los contrataría. Buena observación. Podrías estudiar derecho.

—Gracias pero quiero ser médico.

Rukia esbozó una pequeña sonrisa por ese halago de su hermano hacia Ichigo.

—¿Entonces que hacemos? —preguntó ella suspirando—. ¿Seguimos como siempre?

—En cuanto llegue a Corea le llamaré y le diré todo. No le va a hacer mucha gracia pero es lo que hay —dijo Byakuya. Contempló como la morena se tapó el rostro con las manos, cansada de este ir y venir—. ¿Quieres que lo hagamos así?

—Ya sabes lo que yo quiero —notó la familiar mano de Ichigo acariciándole la espalda—. No tener que volver a encontrarme con él ni con nadie que se apellide Kuchiki y que no seas tú.

—Si te encontraras con alguien te aseguro que será mucho mejor si tú también te apellidas Kuchiki. Creéme.

Apartó un poco sus manos para poder mirarle a los ojos.

—Te estás metiendo en problemas por mi culpa.

—No, Rukia. Si firmaras, sí que me estaría metiendo en problemas conmigo mismo. Ahora siento que estoy cumpliendo con la promesa que le hice a tu hermana.  Incluso puedo pagar el hospital para que tú puedas…

—Nii-sama —le cortó negando con la cabeza—. Mientras pueda, quiero seguir ganando el dinero por mí misma.

Ichigo agachó la cabeza manteniéndose callado pero sin alejar su mano de la femenina espalda.

—¿Sabes por qué no supiste nada de mí en tanto tiempo? —preguntó Byakuya con voz bajita manteniendo su mirada violeta—. Porqué no podía mirarte a la cara sin recordarla a ella. Aún la veo cuando te miro… Vuestro parecido es tan grande que llega a doler —cerró los ojos que reflejaban su pesar—. Perdóname por haberte dejado sola.

Rukia se mordió el labio inferior notando como su visión se difuminaba por la tristeza que había en aquellas palabras.

—No tengo nada que perdonarte —sintió una pequeña lágrima caer por su mejilla—. Al principio fue duro pero… ahora soy feliz. Sé que a Hisana le gustaría vernos a los dos así. Te toca a ti, Byakuya.

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Cuando acabaron de cenar, se levantaron y, después de que el encargado del guardarropa les trajera sus abrigos, salieron a la calle. El frío de la noche les dio de lleno pero los tres lo agradecieron. Byakuya contempló como Kurosaki enseguida le pasaba un brazo por encima de los hombros de Rukia para atraerla a él y darle calor. No hacía falta volver a preguntarse si esos dos se querían de verdad al ver como ella alzaba el rostro para mirarle y sonreírle.

La cena había transcurrido amena después de todo lo que hablaron y había sido gracias al ojimiel que sacó un tema de conversación para que dejaran de pensar en el pasado. No se acordaba muy bien sobre que tema era pero consiguió que Rukia se animara un poco y por consecuencia, él también, aunque no lo demostró abiertamente.

El saber que ese chico estaba con ella le dio una sensación de tranquilidad en el hecho de tener que irse a continuar con su trabajo fuera del país. Rukia no estaba sola.

—Recuerda que cuando tengas algún problema o Shinrei vuelva a ponerse en contacto conti…

—Que te avise —dijo Rukia con una agotada sonrisa—. Tranquilo. Lo haré.

Byakuya asintió una vez y miró a Ichigo.

—Que no me entere yo que la haces sufrir ¿de acuerdo?

—Hacerla sufrir es lo que menos deseo. Además ahora mismo… —la mira por el rabillo del ojo durante un segundo antes de volver al abogado— la protegería con mi vida.

Byakuya le ofreció su mano como despedida.

—Cuento contigo.

Rukia rodó los ojos al ver como se daban la mano de una manera solemne, como si estuvieran haciendo un pacto. Agradeció que el viento le enfriara las mejillas para que no se sonrojaran por lo que acababa de decir Ichigo.

—Me vais a hacer sentir como una damisela en apuros —le dio con el codo al pelinaranja en el estómago—. ¡Que sé defenderme muy bien sin vosotros eh!

Ichigo se pasó una mano por la zona afectada doblando levemente el cuerpo antes de sonreír.

—Muchas gracias por la cena, Byakuya —le agradeció.

—Señor Kuchiki para ti.

—Espero que todo te vaya bien en Corea —le deseó Rukia.

—Gracias —observaron que el coche que conducía su chófer se acercó a donde estaban ellos—. ¿Queréis que os acerquemos a donde sea que vayáis?

—No, vamos andando —respondió la morena—. Por cierto, antes quería preguntarte una cosa cuando ha salido el tema de las fotos.

—Dime.

—¿Fuiste tú el que metió esas fotografías de Ichigo en mi buzón?

El pelinaranja arrugó la frente y miró a Byakuya también interesado.

—¿De que me estás hablando? ¿Que fotos?  —cuestionó el abogado sin entender nada—. Lo único que mandé que pusieran en tu buzón era el contrato que hice para ti, nada más. 

—¿Podría haber sido Shinrei? —sugirió Ichigo.

—¿Cómo estabas en esas fotos?

—Solo salíamos mi ex y yo abrazados —respondió sencillamente pero al ver como Byakuya entrecerraba sus ojos hacia él, levantó las palmas de sus manos y negó con la cabeza—. No tengo nada con ella. No pienses cosas raras.

—¿Entonces por qué la abrazabas?

Rukia carraspeó.

—Es una larga historia, pero ¿que piensas de esas fotos? Como abogado, quiero decir.

—Es un poco raro que hayan aparecido esas fotografías en tu buzón. No creo que haya sido él, no ganaría nada haciendo eso ni parecen el tipo de fotos que podrían gustarle. Más bien parece que alguien quiere hacer que desconfíes de Kurosaki haciéndote creer que sigue viéndose con su ex. Como abogado te digo eso, pero si quieres lo investigo.

A Ichigo enseguida le vino una pregunta a su cabeza. ¿Habría sido la propia Senna quien hubiera puesto esas fotos ahí? No, no podía ser, se dijo a sí mismo. Ella no sabía donde vivía Rukia.

—No, no hará falta —dijo la morena pasando de esa tema. Ya tenía bastante con lo que tenía encima como para preocuparse de esas fotos sin importancia. Ella no iba a desconfíar de él—. Que tengas un buen vuelo mañana.

—Gracias, cuídate.

Caminó hacia su coche donde el chófer le abría su puerta cuando Rukia volvió a hablarle.

—Intenta ser feliz, Nii-sama —se miraron a los ojos y ella le sonrió de nuevo—. Tienes que continuar con tu vida.

Después de eso, observó como se daban la vuelta y caminaban agarrados por el brazo, alejándose de allí. Entró en su coche con esas palabras en su cabeza.

—¿Le llevo a su casa , señor? —preguntó el chófer.

—Sí —susurró Byakuya mirando por la ventana y escuchando el ruido del motor encenderse—. Cuando lleguemos, llama a mi piloto y dile que cogeré el avión privado para Corea mañana por la mañana.

—De acuerdo, yo me encargo.
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Rukia apagó las luces del baño y entró en el dormitorio, iluminado levemente por la luz que provenía de la ventana, donde Ichigo ya estaba dentro de la cama, con las manos detrás de su cabeza y mirando hacia el techo.

—¿Qué piensas? —le preguntó la morena apartando las mantas y metiéndose dentro.

—En darle una paliza a ese capullo.

Ella se colocó de costado para mirarlo.

—¿Crees que será verdad que tenga fotos nuestras? Sólo de pensarlo me da asco —negó con la cabeza—. No tenemos que volver a hacer nada inapropiado en lugares públicos.

—Menos mal que no vas a dejar de ser una Kuchiki, sino vete a saber lo que podría hacer. Chantajearte con ellas para sacarlas en internet o yo que sé.

Rukia sonrió para quitarle hierro al asunto.

—Vaya, tiene razón Byakuya, podrías ser un buen abogado.

Ichigo quitó sus brazos de cómo estaban y giró el rostro hacia ella.

—Rukia, esto es serio.

La morena dejó de sonreír.

—Ya lo sé, pero no quiero seguir hablando del tema —se puso boca arriba mirando por la ventana—. Seguiré siendo una Kuchiki y él no podrá hacerme nada. Ya está. Me había hecho a la idea de que volvería a llamarme Ukitake y de que me libraría de esta familia de nobles donde no encajo... pero tengo que seguir soportando este apellido sin que yo lo desee. Por eso no quiero seguir hablando, solo quiero dormir contigo y olvidarme.

El ojimiel la observó durante un rato en silencio. Estiró su mano para agarrarle la suya y se la puso delante, encima de su torso. Entrelazó sus dedos con los de ella, acariciando la suave piel y colocándolas palma con palma verificando la diferencia de tamaños.

—¿Te importaría si me quedo aquí más tiempo? —le preguntó rompiendo el silencio.

—¿Te vas a tomar al pie de la letra lo de protegerme?

—Por supuesto. No quiero dejarte sola. No podría dormir tranquilo.

Rukia dirigió su mirada de nuevo a él disfrutando de esas caricias en su mano.

—Sabes que me encanta que estés aquí conmigo. Puedes quedarte todo el tiempo que quieras mientras tu padre te deje —la poca luz le dejó apreciar como Ichigo asintió con la cabeza—. Gracias por acompañarme esta noche. Si no hubieras estado a mi lado, no habría podido aguantar quedarme ahí sentada.

Ichigo detuvo sus movimientos y la miró.

—¿Cómo no iba a acompañar a mi novia en un momento difícil?

—Tu novia… —susurró Rukia.

—Tú se lo dijiste a Byakuya ¿no? Que era tu pareja.

—Pero me suena raro que lo digas de tu propia voz.

Ichigo se puso de lado y se acercó a ella con una pequeña sonrisa. Aproximó su boca a su oído y le repitió en un susurro.

—Mi novia.

Rukia también sonrió moviendo su cabeza para el lado contrario al sentir como el pelinaranja besaba levemente la piel de su cuello. Que bien sonaba esa palabra. Ya era oficial. Era la novia del chico que conoció una noche cualquiera en el bar de striptease donde ella trabajaba. Lo dejó entrar en su cama sin tener ni idea de que acabaría entrando en su corazón. Y ahí estaban. Metidos aún en su cama, perdidamente enamorados el uno del otro.

—Para mí tú eres el primero… —soltó Rukia con una voz tan bajita que de no haber estado Ichigo a milímetros de ella no lo hubiese escuchado— pero yo para ti no —percibió que él se paró y levantó el rostro para mirarla. Ella hizo lo mismo—. Que tontería acabo de decir ¿verdad? Olvídalo.

Ichigo mantuvo su rostro serio cuando ella le sujetó por el cuello y le dejaba besos por las mejillas. Si a Rukia se le había escapado eso es que lo pensaba realmente y él no quería que pensara eso. 

—Lo que sentía cuando estaba con Senna no es ni la mínima parte de lo que siento por tí —la apartó para que se miraran a la cara—. Lo que he vivido contigo, estos casi dos meses, han sido los más intensos de mi vida y no los cambiaría por nada del mundo. Ya te lo dije. Eres lo mejor que me ha pasado.

Rukia respiró hondo sintiendo como su corazón se estremecía con aquellas palabras.

—No sé porqué te he dicho eso, Ichigo. Habrá sido por la tensión acumulada durante toda la noche —hundió sus dedos en el cabello naranja—. A mí no me importa ser la segunda ni la tercera ni la cuarta. Sólo quiero ser la chica con la que quieres estar ahora.

Acercó sus labios a los de él y le besó con amor. Cuando se separaron, se miraron con los ojos entrecerrados.

—Eres esa chica, enana. ¿Me crees cuando te digo lo que siento por ti?

—No sabes mentirme —le susurró—. Siempre eres demasiado sincero conmigo, descerebrado.

Se sonrieron y se volvieron a besar.
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A través de las ventanas del avión se podía ver como el sol salía y comenzaba a alzarse, iluminando todo lo que encontrase a su paso. Los rayos atravesaban las blancas nubes que tenían debajo de ellos creando un paisaje increíblemente hermoso, sobretodo para alguien que no lo había admirado nunca o solo en contadas ocasiones.

Para una persona que solía viajar a menudo, aquella vista tan perfecta y tan invitada a fotografiar o pintar, era algo normal. Eso es lo que le pasaba a Byakuya. Prestaba atención a otras cosas antes que tener que mirar de nuevo por la ventanilla.

—¿Le sirvo un café, señor? —preguntó una de las dos azafatas de vuelo que lo acompañaban en el viaje.

Él levantó la vista de su portátil y negó con la cabeza.

—¿Falta mucho para que lleguemos a Corea?

—Pronto llegaremos, señor. El comandante me ha informado que en media hora aterrizaremos en el aeropuerto. ¿Quiere que llame a un coche para que vaya a buscarle?

—No hará falta, ya he avisado a mi secretaria que llegaría sobre esta hora. Supongo que ya estará allí cuando llegue.

La azafata hizo una pequeña reverencia.

—De acuerdo, señor —dijo antes de marcharse.

Byakuya puso de nuevo su atención en el ordenador. Había estado ojeando la información de todos los clientes con los que tenía cita en ese país asiático. Cuanto más leía más se daba cuenta que ninguno de los abogados que había en la familia Kuchiki sería capaz de hacer su trabajo. Se necesitaba mucha experiencia en casi todos los campos judiciales: penal, laboral, civil… y él sabía de sobra que era el único que tenía esa experiencia y que no estaba jubilado. Supuso que sus tíos también lo sabían. Si no habían caído en eso, es que eran demasiados pretenciosos y les gustaba demasiado eso de amenazar.

Por una parte, incluso se alegraba de que se lo hubieran dicho delante de Rukia. El hacerle ver que no podrían cumplir esa amenaza implícita y que saliera el tema de que Shinrei sí que sería capaz de seguir teniendo a gente detrás de ella para hacer fotos indebidas, había ayudado mucho a que Rukia aceptara continuar manteniendo el apellido Kuchiki.

Estaba claro que de no haber aparecido ellos, la morena hubiera seguido diciendo que deseaba salir de la familia.

Byakuya suspiró y cerró el portátil con el pensamiento de que en cuanto llegara al hotel llamaría a su tío para terminar esto de una vez por todas. Le diría la verdad sin importarle como le sentara a él.

Estiró su cuerpo hacia atrás apoyando toda la espalda en el asiento de piel color crema que tenía su avión privado. Todos eran así junto a pequeñas mesas redondas de madera rojiza oscura. Alargó la mano para coger un folleto que le habían entregado en el aeropuerto al saber que se dirigía a Corea. En él salía información de varios espectáculos, entretenimiento, lugares que visitar, restaurantes importantes, etc. Era una guía para turistas.

Estuvo a punto de tirarlo en alguna papelera pero se abstuvo de hacerlo cuando a su mente regresó Hagiwara. Más bien casi nunca se alejaba demasiado de sus pensamientos. Pensar en ella lo reconfortaba de alguna manera. Era como respirar aire fresco después de estar varios días encerrado. Y era precisamente eso lo que le martirizaba.

'Intenta ser feliz, Nii-sama. Tienes que continuar con tu vida'.

Se pasó una mano por la frente diciéndose a sí mismo que quizá Rukia tuviera razón.

—Estamos llegando al aeropuerto, señor Kuchiki —se escuchó la voz del comandante por el altavoz de la cabina de mando—. En breve efectuaremos el aterrizaje.

Byakuya miró por la ventana y observó como efectivamente se acercaban a la zona de las largas pistas donde muchos aviones maniobraban para salir o para detenerse. En unos minutos, el piloto aterrizó y él se levantó del asiento para recoger sus pertenencias que las azafatas le entregaban.

—Esperemos que haya sido un viaje agradable, señor —dijo la otra mujer haciendo las dos una reverencia.

—Lo ha sido, señoritas. Gracias —caminó hacia la puerta de salida, que se abría de forma automática, y se detuvo para saludar al comandante que abandonaba la cabina junto a su ayudante—. Un aterrizaje perfecto.

Se dieron un apretón de manos.

—Muchas gracias, señor.

—Lamento haber avisado con tan poco tiempo el cambio de planes que hice en el último momento.

—No lo lamente. Yo trabajo para usted. No hay ningún problema —dijo el piloto—. Si vuelve a necesitarme para volver de nuevo a Japón por cualquier otro asunto, estoy a su entera disposición.

—Lo tendré en cuenta —saludó al ayudante y se despidieron.

El comandante observó al abogado bajar por las escaleras para acercarse a un coche negro que le estaba esperando en la pista. Miró a su ayudante antes de entrar de nuevo en la cabina.

—Tengo que hacer una llamada, espera un momento.

—De acuerdo.

Cerró la puerta tras él y sacó su móvil de uno de los bolsillos de la chaqueta. Buscó el número al que quería llamar en la agenda y apretó en él. Después de unos tonos, se escuchó la voz femenina al otro lado.

—Dime.

—Acabamos de llegar a Corea, señora Kuchiki. Ya le avisé ayer por la noche que me había llamado su chófer por el cambio de horario.

—Ya me acuerdo. Mi marido y yo acabábamos de llegar a casa. Pero dime, ¿ha viajado solo o le ha acompañado alguien?

—Solo, señora.

—¿Sabe si ha hablado por teléfono?

—Creo que ha llamado a su secretaria para avisarle sobre que hora iba a llegar. A nadie más que yo sepa.

—Muchas gracias, comandante. Avíseme si ocurre algo. El dinero por toda esta información se lo ingresaré directamente en su cuenta bancaria.

El hombre sonrió.

—Gracias a usted.
.

.

—Bienvenido señor. Espero que haya tenido un buen vuelo —dijo Hagiwara después de que su jefe se sentara en el asiento de al lado tras abrirle la puerta el chófer.

Byakuya la miró, observando que se había rizado un poco su cabello rubio. Constató que no le quedaba mal.

—Lo ha sido, señorita. Aunque estoy algo cansado de los dos viajes tan seguidos.

—Le entiendo.

—¿Dónde los llevo, señor? —preguntó el chófer coreano en un perfecto japonés.

 —Al hotel por favor. Quiero descansar —respondió Byakuya viendo como el hombre asentía y se ponía en marcha. Giró la cabeza hacia su secretaria y la pilló mirándolo. Ésta enseguida apartó la vista con un leve rubor en la piel—. ¿Cómo está usted, señorita? He tardado tan poco en regresar que no le he dado tiempo para que disfrutara de unos días libres.

Ella negó con la cabeza volviendolo a mirar.

—Lo importante es que haya podido arreglar esos asuntos personales.

—Aún no del todo pero espero que se arreglen pronto —se mantuvieron la mirada unos segundos en silencio hasta que ella dirigió su vista hacia la ventana. Las palabras de Rukia volvieron a resonar en su cabeza. ¿Había llegado ya el día de caminar hacia delante por un nuevo camino? ¿Un camino en el que ya no estaba Hisana?  Se pasó la mano por la frente contemplando los edificios, al salir del aeropuerto, que recordaba de las otras veces que había estado ahí.

Hagiwara le miró de reojo antes de suspirar. Aunque su masculino rostro reflejara cansancio, seguía resultándole atractivo. Era incapaz de estar cerca de él y no recordar como se sentían sus brazos alrededor de la cintura ni como sus labios se amoldaban a los suyos. Para ella, la barrera que separaba lo personal de lo profesional se había quebrado bastante. Intentaba repararla manteniendo las distancias y la educación pero le costaba no hacerle saber que deseaba otro beso. Sacudió la cabeza levemente para que sus pensamientos no fueran por esos lares antes de escuchar de nuevo a Byakuya.

—¿Le apetecería que esta noche fuéramos al teatro? —le preguntó girando la cabeza hacia ella, encontrándola con los ojos un poco abiertos por la sorpresa de la invitación—. He leído buenas críticas de la obra que están representando ahora en un folleto que me han dado en el aeropuerto de Tokio.

—Pero no entenderemos lo que digan, señor.

—Puede que no —dijo Byakuya—, pero me gustaría poder disfrutar de su compañía. ¿Qué me dice?

La mujer se sintió nerviosa.

—¿Por qué este cambio? Después de lo que pasó entre nosotros, no creo que dejar de lado la relación profesional sea lo más adecuado.

—Desearía dejar de pensar por unos momentos en el trabajo y en los problemas, pero entiendo que usted no quiera ir conmigo —regresó a mirar por la ventana—. Hagamos como que no le he dicho nada.

Hagiwara esbozó una pequeña sonrisa al darse cuenta que él mismo se había dado una respuesta. Claro que quería ir con él aunque supiese que eso sería lo peor para esa barrera quebrada.

—¿A que hora?

—No lo haga por pena.

—No lo hago por eso. Me apetece acompañarle. No me ha dado ni tiempo a responderle.

Byakuya giró la cabeza hacia ella.

—Ha dicho que después de lo que pasó…

—Sé lo que he dicho y lo sigo manteniendo pero… —se miraron a los ojos de una forma intensa.

—Dígame —le pidió en un susurro.

Hagiwara se olvidó por un momento como se respiraba. Aquella mirada unida a esa voz la hacían sentir atraída a él como nunca había sentido antes. Se mojó los labios inconscientemente antes de hablar.

—Le correspondí aquél beso porque quise, señor. Ahora acepto su invitación por la misma razón y temo que cuando acabe el día vuelva a lamentarse. Que me diga que no debería habérmelo propuesto.

Kuchiki respiró hondo repitiéndose mentalmente que tenía que continuar hacia delante. No podía seguir viviendo en el pasado.

—No lo lamentaré. Como tampoco lamento ese beso, es sólo que… es difícil para mí. Era la primera vez que me acercaba a una mujer de esa manera desde la muerte de mi esposa y me sentí extraño.

La secretaria cerró los ojos percibiendo su dolor y asintió comprensiva.

—No pretendo incomodarle.

—No me incomoda, todo lo contrario —vio que ella abría los ojos de nuevo—. Su compañía me agrada.

Ella le sonrió comedida y algo sonrojada.

—¿Entonces a que hora es la obra?

—A las 9.

—Pues a las 8:30 le espero en el vestíbulo.

—Ahí estaré.

El coche se detuvo en la puerta principal del hotel y unos botones les abrieron la puerta, tanto a ella como a él. Otro empleado sacó la maleta de mano de Byakuya del maletero y los acompañó hasta sus habitaciones. Hagiwara y él se despidieron con un movimiento de cabeza educado cuando ella llegó a su cuarto. Dos puertas más a la izquierda estaba la de él. Le entregó propina al joven y cerró.

Se quitó el abrigo y la americana y se deshizo el nudo de la corbata. Por mucho que estuviera cansado, había algo que tenía que hacer antes que nada.

.

.

—Creo que pronto voy a poder acercarme a mi chica —anunció Shinrei a sus dos amigos antes de dar un sorbo al café.

Estaban desayunando en la cafetería del club de golf en el que eran miembros casi toda la jet set de Japón. No había nadie que entrara en aquél lugar que no tuviera varios ceros en su cuenta bancaria, ya fuera por méritos propios, por haber nacido en una familia con posibles o porqué se habían casado con alguien que entraba dentro de los dos primeros grupos.

Ahí no importaba nada más que las apariencias y la ostentosidad. Todo junto hacía que los cotilleos estuvieran a la orden del día. Sonrisas por delante y puñales por detrás. Así era el mundo en el que se movían la mayoría de los Kuchiki.

—¿Por qué no me haces una copia de esas fotos? Yo también quiero verla —dijo Mabashi.

—Son de uso y disfrute personal, lo siento —sonrió el noble Kuchiki.

—Ya te imagino encerrado en tu estudio mientras la contemplas —soltó Udagawa untando mermelada en una tostada.

—Soy un caballero. Yo no me comporto como un adolescente con las hormonas alteradas que necesita pajearse a cada momento.

—El que sí que no necesita pajearse es su novio, el del pelo naranja.

—Ese sí que está bueno.

—¿No te jode que él tenga todos los días lo que tú quieres? —le preguntó Mabashi.

—Pues claro que me jode —respondió Shinrei—, pero la paciencia es una virtud. Además yo no quiero su corazón. Puede bailar para mí o cualquier otra cosa que surja y seguir junto a él. No tendría ni porqué enterarse si ella no le dice nada. Yo obtendría lo que quiero, ella tendría el dinero que necesita y él la tendría a ella. Todos felices.

—¿Y como sabes que pronto podrás acercarte a ella? —quiso saber Udagawa.

—Porqué todo está saliendo según mis planes.

El móvil de Shinrei cortó la conversación que estaban manteniendo. Lo buscó en el bolsillo de su pantalón y sonrió de nuevo al ver quien era.

—Perdonarme, es mi sobrino —se levantó agarrando su abrigo y descolgó la llamada caminando hacia la terraza—. Hola Byakuya ¿Qué tal?

—Bien. Acabo de llegar a Corea.

—¿Y como es eso? —le preguntó haciéndose el sorprendido tras ponerse el abrigo. Su mujer ya se lo había contado—. Me dijiste que te irías hoy por la noche.

—No tenía nada más que hacer en Japón y decidí continuar con mi trabajo —se mantuvo unos segundos en silencio para hacer énfasis en las siguientes frases—. Porqué este es mi trabajo, tío. No hay nadie más capacitado que yo para realizarlo.

Shinrei frunció el ceño.

—¿Qué estás insinuando?

—No estoy insinuando nada. No podéis arrebatarme algo que me ha costado tanto levantar. Los bufetes Kuchiki no serían nada sin mí y todos lo sabéis. Si me rebajáis como me dijiste anoche que tenéis pensando hacer, estaréis cavando vuestra propia tumba. Perderéis absolutamente todo lo que tenéis ahora porqué nadie contratará a un bufete con una dirección tan pésima como la que tendréis vosotros. Diréis adiós a la buena reputación que, gracias a mí, tiene ahora nuestro apellido en muchos países y no solo en el continente asiático.

El mayor apretó con fuerza el móvil sintiendo como se había ido enfadando a cada palabra que escuchaba. Ahora estaba más que cabreado. No había previsto nada de eso y lo peor es que tras escucharle se dio cuenta de que su sobrino tenía razón. En su cabeza solo se repetía: joder, joder, joder.

—En otras palabras, que me habéis mentido —caminó hacia una zona apartada de la terraza para que nadie le escuchara hablar entre dientes—. Tanto tú como Rukia. Me habéis mentido en mi propia cara porqué no habéis firmado nada.

—Tienes razón. Yo no he querido nunca que saliera de la familia aunque ella lo deseara. Quiero que mantenga el apellido Kuchiki y seguirá siendo una de los nuestros. Tanto si os gusta como si no.

Se pasó la mano por la cara experimentando una sensación de agobio. La tensión arterial empezaba a subirle.

—Esa niña no es de la familia.

Es la hermana de mi mujer, por supuesto que es de la fam…

—¡Tu mujer está muerta! —exclamó mirando enseguida hacia atrás. Agradeció que no hubiera nadie donde estaba ahora por el frío que hacía pero no se sintió mal por lo que acababa de decir.

—…

—No podemos permitir que una chica que se ha dedicado durante meses a bailar desnuda en un bar lleno de hombres por dinero, tenga nuestro apellido.

—Lo permitáis o  no, Rukia es una Kuchiki… Mi mujer estará muerta, sí, es la verdad… Pero incluso así, ella es mucho más importante para mí que cualquiera de vosotros y protegeré a su hermana contra cualquiera.

No, No, ¡No!, gritó en su cabeza. Se pasó unos dedos por el cuello de la camisa ya que sentía que se ahogaba. ¿Qué pasaba con sus planes?

—Byakuya, recapacita. Sé razonable.

—Sé muchas cosas de vosotros, tío Shinrei. Si continuáis amenazando o molestando a Rukia, sacaré vuestros trapos sucios a la luz. Estoy seguro de que ninguno quiere nada de eso, ¿verdad?

El mayor se agarró con fuerza a la barandilla de la terraza, apretando como si tuviera el mismo cuello de Byakuya entre sus manos. Resoplaba con fuerza y estaba seguro de que él a través del auricular le estaba escuchando.

—Me decepcionas, sobrino. Pensé que eras un hombre con buen juicio, que sabría distinguir que es lo correcto y lo que se debe hacer en cada situación. ¿Cómo podrás mirarte en el espejo sabiendo lo que le estás haciendo a tu familia?

.

.

Byakuya escuchaba como su tío resoplaba claramente enfadado por todo lo que acababa de decirle. Sin embargo, sabía que ya nunca dejaría que su familia le ordenara hacer cosas que él no quería hacer. Caminó hacia la ventana y observó su reflejo en el cristal.

‘Prométeme que pase lo que pase entre nosotros cuidarás siempre de mi hermana’
‘Te lo prometo’

—Yo lamento que no hayas amado nunca a nadie como lo hice yo. Si lo hubieras hecho no me harías esa pregunta….

—Somos tu familia, Byakuya.

—Es a Hisana a la que no quiero decepcionar. Adiós tío.

—¡No, esper…!

Colgó.
.

.

—¡Maldito seas! —exclamó Shinrei echó una furia apretando con fuerza su móvil en la mano—. ¡Serás cabrón! ¡Me has jodido, hijo de puta!

Los amigos salieron a la terraza al terminar de desayunar y escucharon que Kuchiki gritaba aunque no entendieron que decía. Se acercaron preocupados hacia la zona de donde provenían y le vieron de espaldas apoyado en la baranda. Se dieron cuenta de como su cuerpo temblaba de lo enfadado que estaba.

—Shinrei, ¿va todo bien? —le preguntó Mashibara apoyando una mano en su hombro.

Kuchiki enseguida le dio un manotazo para que no le tocara.

—¡No me toques! —gritó dándose la vuelta—. ¡Me largo de aquí!

Los dos nobles le vieron marcharse raudo con grandes zancadas. Se miraron entre ellos sin entender nada.

—¿Qué habrá pasado con su sobrino?

—Viéndole, nada bueno.
.

.

La madre de Senna abrió a Nanao cuando ésta picó al timbre de la casa. La saludó y le informó que su hija había estado toda la noche llorando. Intentó entrar en su cuarto para consolarla pero la pelivioleta le dijo que se marchara y que la dejara sola haciéndose un ovillo en la cama. No sabía porqué estaba así de repente.

La dejó pasar al salón donde estaba Senna y se fue al piso de arriba para continuar con sus quehaceres.

Nanao se acercó viéndola sentada en el sofá con un rostro apagado, triste y la mirada hacia delante pero sin ver realmente nada. Se dio cuenta que la joven había dejado la grabadora en la mesa.

—Hola, Senna. Tienes los ojos rojos —dijo Nanao sentándose en el mismo asiento que la otra vez—. ¿Has llorado esta noche?

La pelivioleta escuchaba como su psicóloga encendía de nuevo la pequeña grabadora y la colocaba entre medio de las dos. Sin embargo, no la miró. Sus pensamientos seguían dándole vueltas una y otra vez a lo que le había dicho Nozomi el otro día.

'Que está enamorado de Rukia y ella le corresponde'

¿Era verdad? ¿Podía creerlo? ¿Tenía que creerse que estaban enamorados?

—¿No vas a hablar nada hoy? —volvió a preguntar Nanao al ver que ella no se decidía—. ¿Cómo te encuentras? Me han dicho tus padres que la semana que viene ya irás a clase, ¿estás mejor de los mareos?

Senna seguía en su mundo. Si era verdad o mentira, el dolor que le hacía sentir esa frase no se comparaba con nada. No existía una oración más lapidaria que esa.

Ichigo… enamorado… de otra chica… que no era ella.

'Pensé que estabas intentando olvidarte de mí, Senna.'

'No puedo hacerlo... Aunque haya pasado tanto tiempo, yo… te sigo queriendo, Ichigo.' 

Respiró hondo percibiendo como sus ojos se volvían a llenar de lágrimas. Los tenía irritados e hinchados de haber estado toda la noche llorando. Contemplando una única foto que le quedaba de ellos dos juntos que no se había atrevido a romper. En ella salía Ichigo abrazándola por detrás y los dos miraban a la cámara con una sonrisa. ¿Por qué no podía volver al pasado? ¿Por qué no podía dar marcha atrás en el tiempo y no separarse de él aquél día?

'Me arrepentiré toda mi vida de lo que hice. Siempre me echaré en cara el haberte perdido.'

'No te tortures, por favor' 

'Fuimos felices, ¿verdad?'

'Claro que sí'

—Senna, ¿quieres contarme que te ocurre? Déjame ayudarte.

La joven suspiró cerrando los ojos, liberando dos lágrimas que cayeron en su regazo, antes de que su voz saliera con un timbre tan bajito que Nanao dudó si se escucharía en la grabadora.

—¿Alguna vez… has querido a alguien que no te quisiera?

La morena se sorprendió ante aquella pregunta. Carraspeó y se colocó bien las gafas con el dedo índice. No solía contar nada de su vida privada a los pacientes pero si eso podía ayudarla, lo haría.

—Sí.

Senna entreabrió los ojos y la miró.

—¿Cuándo fue?

—Hace muchísimo —respondió Nanao—. Fue en mi segundo año de universidad. Era un chico encantador. Guapo, simpático, inteligente, deportista… lo tenía todo y yo como una tonta me enamoré de él —sonrió con nostalgia y se sentó más cómodamente en el sillón—. Íbamos a la misma clase y solíamos hablar bastante de cualquier cosa. Podía tirarme horas escuchándolo y no me cansaba.

Senna se acordó de aquellos momentos en los que a ella le pasaba lo mismo con Ichigo. A veces se sentaban en algún banco de la calle y hablaban, sin importarle el tiempo que estuvieran ahí. Ella solo quería escuchar su voz.

—¿Le dijiste lo que sentías por él?

Nanao negó con la cabeza pero manteniendo la sonrisa.

—Yo sabía que él no sentía nada por mí, siempre me repetía que era su mejor amiga… En aquél entonces eso me mataba por dentro. Un día, vino corriendo hacia mí y me soltó que se había enamorado de una chica nueva que vivía en su vecindario. Empezó a traerla cuando salíamos con el grupo y yo tenía que aguantar verlos abrazarse y darse besos.

La joven arrugó la frente pensando que por lo menos ella no tenía que estar viendo como Ichigo se besaba con esa Rukia. Dio gracias de que no fuera una alumna del instituto.

—¿Y qué hiciste?

La morena levantó la vista hacia ella, mirándola fijamente. Tenía que ser clara y concisa. Esa respuesta podía ayudar a su paciente.

—Nada —observó que Senna entreabría la boca sorprendida—. No hice nada porqué yo sabía que él solo sentía amistad por mí. Aunque hubiera hecho cualquier cosa para separarlos jamás habría conseguido que él me amase como yo quería que lo hiciera. Le hubiera hecho infeliz por separarlo de su novia y lo habría alejado de mí.

Senna sintió como sus ojos se humedecían de nuevo.

—Pero tú sufrías por él —susurró notando como otra pequeña lágrima se escapa y se precipitaba por su mejilla—. ¿Acaso tú no merecías ser feliz?

Nanao se quitó las gafas y se levantó del asiento para sentarse al lado de ella. Le agarró de la mano suavemente y la miró a los ojos.

—Senna… A veces… ver felices a las personas que quieres puede aportarte mucha más felicidad de la que crees en un principio. Sí que sufrí… pero cuando le veía sonreír de aquella manera tan suya gracias a esa chica, yo… —le apretó la mano para dar firmeza a sus palabras contemplando como más lágrimas caían por las mejillas de la joven— no podía evitar alegrarme por él. Era tan importante para mí, que yo solo quería verlo feliz.

Senna se encogió empezando a llorar más fuerte notando como Nanao enseguida la abrazó. Entre sus sollozos escuchó las últimas palabras que le dijo su psicóloga antes de permanecer a su lado en silencio.

—El tiempo todo lo cura, Senna.

.

.

El coche de Shinrei circulaba por las calles de Karakura cuando la tarde comenzaba a oscurecerse. Hacía frío pero bastante gente, sobretodo jóvenes, aprovechaban que era viernes para salir e ir a algún sitio en el que poder desconectar de la semana de estudios.

—¿Es por aquí, señor? —preguntó su chófer.

—Sí, aparca por aquí. Mi especialista me ha dicho que está con un grupo de gente y su pareja sentados en algún banco —respondió Kuchiki mirando por todos lados a través del cristal tintado. Sintió como su conductor aparcaba y apagaba el motor. Sonrió al encontrarla a lo lejos—. Ahí está.

Podía observar como Rukia estaba sentada encima de las piernas de Kurosaki junto a dos chicas más, una morena y otra con el pelo castaño y liso que estaba sentada en las piernas de un chico con gafas, y para acabar tres chicos más. Uno de ellos estaba de pie haciendo aspavientos con los brazos y parecía que lo que contaba hacía gracia a los demás, ya que estaban todo el rato riendo. Lástima que desde ahí no podía escuchar sobre que hablaban.

Su móvil sonó y lo descolgó sin dejar de mirar hacia ellos.

—Señor, hemos conseguido forzar la cerradura sin ningún problema.

—Perfecto. Ahora colocar las mini cámaras en los lugares que os indiqué. Esconderlas bien.

—Sí, señor.

—Llamarme cuando las tengáis.

Colgó y vio como Rukia se reía y escondía su rostro en el cuello de Kurosaki mientras éste sonreía mirando hacia la otra pareja donde se podía observar como el de gafas reclamaba algo al que estaba de pie.

Mírate que tranquila estás, señorita…Kuchiki —pensó frunciendo el ceño por tener que volver a ponerle ese apellido—. Mientras yo me tengo que joder por tu culpa y por culpa de ese cabrón de Byakuya, tú estás pasándotelo bien. Riéndote con tu noviecito como te reíste en mi cara en esa cena —observó que el pelinaranja le daba un beso en la mejilla cuando ella salió de su escondite aún con una sonrisa—. No me gusta que la gente se ría de mí, como tampoco me gusta perder y no conseguir lo que quiero.

Volvió a sonar su móvil.

—Ya están, señor. Verifique si se visualizan las imágenes, por favor.

Shinrei agarró la tablet que tenía en el asiento de al lado y la encendió. Apretó el botón de la aplicación de las cámaras y sonrió de lado al comprobar que funcionaban perfectamente.

—Sí que se visualizan, os estoy viendo.

En las imágenes se veían a tres hombres vestidos de negro caminando por el piso de Rukia con guantes en las manos y con cuidado de no tocar nada. Pusieron cuatro cámaras. Suficientes para ese piso tan pequeño. Una enfocando a la cocina y la mesa, otra en el salón, encima de la ducha y otra en la habitación donde se veía toda la cama.

—Nos marchamos, señor.

—En silencio, que no os vea nadie —ordenó colgando la llamada.

Su sonrisa no podía ser más siniestra. Acarició la pantalla en la que salía el colchón donde dormía ella cada día. Regresó la mirada al grupo de nuevo y se mordió el labio inferior al verlos como se daban un beso en los labios.

—Muy bien. Pues si no voy a poder tenerte, me apropiaré de tu intimidad. Sin saberlo, vas a hacer que te desee aún más, señorita Kuchiki.

.

.

Los tres hombres de negro salieron al pasillo oscuro, cerrando con cuidado la puerta hasta que sonara el pestillo. Echaron un vistazo a su alrededor para cerciorarse que nadie se había percatado de ese allanamiento y bajaron las escaleras en silencio.

En cuanto se escuchó como bajaban al piso de abajo, una puerta de un piso se entreabrió para poder mirar a través de la delgada rendija.

—Kisuke, ¿qué ocurre? —preguntó Yourichi a su pareja.

—He visto a unos hombres salir del piso de Kuchiki-san.

.
.
.
CONTINUARÁ…

¡Ohhhhhhhhh! ¡Que asco de tío, le ha puesto cámaras en su piso! Urahara los ha visto pero no sabe que ha pasado dentro... OMG! ¿Shinrei podrá ver todo lo que hagan Ichigo y Rukia? 

Como le ha jodido que Byakuya no haya cedido eh! ZAS! Jódete! Está claro que no hay nadie como él para llevar los Bufetes y esos imbéciles no lo habían pensado. Solo les importa el dinero ¬¬ Ya veremos que ocurrirá con todo esto.

Senna está pasándolo realmente mal. Ha sido duro para ella escuchar que Ichigo está enamorado de otra. ¿Creéis que le está haciendo bien hablar con Nanao? ¿Podrá seguir adelante?

¿Y Byakuya? Parece que está pensando seriamente en lo que le ha dicho Rukia, que intentara ser feliz. Él también tiene derecho a hacer su vida no? ¿Qué pensáis ahora de la secretaria? Ya habéis visto que no era la persona que avisaba a la mujer de Shinrei jijiji OS PILLÉ CON ESTO!! :)P Me encanta hacer ver que no todo es lo que parece :D 

En este capítulo he querido centrarme en Byakuya y en el problema con el apellido Kuchiki. Era algo que había que explicar bien y que la historia necesitaba.
 Quería poner cosas de Kaien y Miyako también pero ya no podía meter más cosas jajaja Un capítulo de 30 páginas ya está bien :) En el siguiente sí que los meteré, además habrá sorpresita entre ellos dos... ¿Quién me lo dice? ^////^

Espero que os haya gustado y que me lo hagáis saber <3
[Más comentarios = autora feliz = más capítulos]

Recordad que siempre respondo :D 
¡¡Besos!! 

28 comentarios:

  1. Mucho hijo d puta es qué en un cabron, ojalá kisuke le avise lo que vio
    El golpe que le ha dado Biakuya no tiene precio jajajaha la forma en rue le cambio na cara fue de lo mejor.
    Senna parece ir mejorando poco a poco después de la noticia que le dio Nosomi, mas el consejo que le dio Nanao, bueno edi lo confirmare hasta dentro de quince días
    Espero noticias tuyas pronto. Con lo del concurso voy a participar ya tengo una idea en mente entonces en estos días te la estaré enviando
    Que tengas lind@ noche/ día
    Un beso

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    1. A Shinrei se le fastidiaron los planes pero a ver que pasará con eso de que ha puesto cámaras en el piso de Rukia :S
      Esperemos que Nanao haya podido ayudarla con las cosas que le dijo y que pueda seguir adelante y olvidar a Ichigo.
      Bien!!!! Me alegro de que quieras participar en el reto, acuérdate que no es un concurso no habrá ganador o uno mejor que otro, es para que podáis practicar a la hora de hacer una historia y también vuestra imaginación ^^
      Oh! Que rápida jijiji acuérdate que tiene que empezar así y tener el punto clave :D
      Cuídate Angie! Nos leemos!
      Besos <3

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  2. Oh por Dios.....MALDITO SHIREI!!!! VIEJO RABOVERDE!!!!! ME DA ASCO CON SOLO PENSAR EN ÉL!!! BASTARDO!! >:X añlksdhasñldkjsa Bien Nii-sama!!!! Pon a ese bastardo en su lugarsh!!!! Que sepa que sin ti están jodidos jojojo <3 jajajaja alksdañslkd realmente no es que me caiga mal la secretaria ni nada por el estilo....pero no puedo ver-leer-pensar en Nii-sama con otra mujer que no sea Hisana >n< pero me alegro que ella no fuera la que le fue el cuento con la maldita esa *esposa del viejo raboverde* -3- a ella también la odio ¬¬ Dios los crea y ellos se juntan de veras e.e jajaja
    Senna me da penita :S realmente se que es difícil dejar ir a alguien querido pero debe de entender que no todo feliz y perfecto, la vida aveces es dura y más cuando se trata de los sentimiens u.u Nanao!! Ayúdala! TToTT jajaja
    Debo de admitir que me gusto la escena de Nii-sama y la secretaria ¬3¬ *cuyo nombre/apellido no recuerdo :B* y espero con ansias saber como les va a ir en su "cita" ¬3¬ bueno, mientras Nii-sama sea feliz yo también......no, no puedo -3- Hisana o nada XDD Ah! Y lo del piloto traidor!! >:X espero que Nii-sama lo corra e.e maldito chismoso -3-
    Owwww <3 Ichigo es un amor, maldita sea Rukia!! Espero que ya deje de pensar eso!! Ichigo-fresita-kun te ama!! Entiéndelo o hay tabla! >:X ok no jajaja Urahara-sama!!! Espero que le avise a Rukia lo que vio y que ella tome cartas en el asunto ¬¬ maldito viejo raboverde debería de morir -3- no, mejor que sufra...que pague todo lo que merece y luego puede morir :3 ge-he por un momento pensé que le daría un infarto *realmente espero que eso suceda :3* aksljdañs mi lado malvado esta saliendo a flote jajaja ok ya
    ASdñlkasdka el capítulo me encanto :3 me gusto que esta vez fuera de perspectiva de Nii-sama jajajaja creo que Ichigo ya fue aceptado por su cuñado jaja los amo <3 XD esperaré con ansias el próximo capítulo *dentro de dos semanas QnQ*
    GRACIAS!! Gracias a ti podré iniciar contenta mis clases jajaja ya se conque me distraeré mientras mis profesores hablen XD Adlkasdñalsd quiero saber que pasará entre Kaien y Miyako ¬w¬ se que algo bueno jojo XD
    Bueno ya! tengo que arreglarme para mañana iniciar mi calvario TTnTT
    Nos leemos pronto, claro si las clases y las tareas no me matan antes x.x
    Cuídare :B
    Bye-bye :3

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    1. jajajajaja esperas ver la cita de Byakuya con Hagiwara o no? xD Tienes sentimientos opuestos jajajaja Yo lo que quiero siempre es hacerlo lo más real posible y me da penita que Byakuya no pueda estar con otra persona y que siga después de tanto tiempo mal y solo. Él siempre va a querer a Hisana por supuesto pero creo que también necesita apoyo de otra persona y continuar con su vida jejeje <3
      jajajaja me ha hecho gracia lo de: entiéndelo o hay tabla! jajajaja Por culpa de ese asqueroso de Shinrei está saliendo tu lado malvado xD que bueno! Ahí ahí vamos todos a por él!!
      Te distraerás con mi historia en clase jijiji pero si estar en clase es de lo más entretenido ¬¬' jajajaja vale no! xD Espero que te vayan muy bien! Fuerza y ánimo <3
      Nos leemos! Besos!

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  3. Maldito Shinrei hijo putaaaa
    Que le pasa, no puede pasar ahora por que nii sama destruyo su plan, ahora tendrá que hacer medidas dasdricas, nooooo, Ichigo protegemeeee
    No ma se esta poniendo chidooo
    saludos desde México Kiss kuss xD

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    1. Sí, al no poder seguir su plan lo ha cambiado poniendo cámaras en su piso para poder ver todo lo que haga, que pasará ahora? Pobre de ti Rukia! jajaja
      Nos leemos! Besos! <3

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  4. Jaja ....sinceramente recién me paso por este blog jaja ...y realmente interesante , creo que deberías poner advertencia jajaja cuando hay algo picaresco jaja...pero bueno me gusto la trama aunque que claro hay un Ooc por parte de los personajes principales pero no es mucho , así que lidió con ello.
    En lo que si hay Ooc es con Byakuya , creó que tal como lo describe Tite Kubo Byakuya es un hombre de promesas , y como se ve en el manga o anime el es siempre fiel a Hisana , eh incluso se ve que si amor sigue tal sólido a pesar de que esta muerta , lo cual en este fanfic carece , por que sería muy raro ver que Byakuya en el anime este con alguien a parte de Hisana , el siempre leal y con protocolo simplemente no da con el , creó que la secretaria debería ser sólo una amiga a la cual le cuente sus problemas, por que como dicen "el amor sólo llega una vez " y a él ya le llegó ; no digo que no debería hacer su vida sólo que el ya tuvo su momento ,siempre va ha querer a su esposa ,sería Ooc como digo .Jajaja lo siento por ser muy criticona jaja pero me gusta que los personajes sean los personajes , después de todo es un fanfic de bleach ,si no harían de otros jajaja ... Que se adecúen más .
    Y en cuanto al pervertido personaje ...Jaja bueno esperamos que no se salga con la suya .
    Jaja Creó que Rukia ya lo hubiera golpeado jaja ...si no hubiera tenido Ooc jajaja XD ... Despues de todo lo único que respeta es a su hermano y amigos.
    Así que el no es ninguno de los dos jajaja .
    Deberías pasar por los fanfics de fanfiction.net ....te recomendaría uno muy bueno que es "prometí protegerla " , realmente muy bueno , también esta next to you , pero la autora no lo continúa me gustan los tramas de ellos al igual que este .
    Bueno esperó tu próxima actualización , solo soy una lectora fantasma jajaja ...
    Así que si quiere modificar algo o no realmente no me es trivial , después de todo es tu fanfiction :) ...
    Cuitade .

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    1. ¡Hola lectora fantasma! No eres criticona, me gusta que la gente me diga lo que piensa mientras no haya faltas de respeto. Te lo agradezco :D Voy a responder a las cosas que has dicho ^^:
      -Respecto a Byakuya yo también creo que es un hombre de promesas y que quiere a su mujer Hisana. En mi fanfic también lo he puesto así. Prometió a su esposa que cuidaría de su hermana y por el amor que siempre le tendrá a Hisana quiere cumplirla aún a costa de su familia. En Bleach él no estará con nadie más pero hay que tener en cuenta que mi historia está ambientada en un Universo Alternativo y creo que 'lo normal' es que una persona después de dos años en la que fallece su pareja pueda sentir atracción o ganas de querer estar con alguien. Le cuesta y siempre amará a su mujer pero intento que todo sea lo más real posible. Es un hombre joven todavía que no tiene porqué cerrarse al amor. Eso es lo que yo pienso claro, respeto tu opinión :D
      -Yo creo que Rukia en el manga no hubiera golpeado a Shinrei porqué al fin y al cabo es un noble de la familia Kuchiki y ella no se atrevería, sobretodo por respeto a su hermano. Sí que le diría las cosas claras como pasa en mi historia pero no llegaría a pegarle... todavía jajajaja no xD Es un UA y él tiene muchas influencias, en la vida real ella mantendría las distancias igual que no deja que Ichigo vaya a pegarlo.
      -Paso a menudo por fanfiction jeje Fue ahí donde empecé a publicar mi fanfic y aún está allí xD La de Next to you no está acabada y desde el 2014 que no sube ningún otro capítulo, mejor no la leeré no vaya a ser que me engache y no puedo leer más jajajaja La de prometí protegerla me pasaré a leerla a ver que tal, gracias por las recomendaciones :D Yo te recomendaría A SONG FOR, aunque hace bastante también que la autora no actualiza y me tiene atacada de los nervios x'DDD
      Bueno, me alegro mucho que me hayas comentado y para la próxima si quieres comentarme pon algún nombre así sabré que eres tú o lectora fantasma también estaría bien jajaja
      Cuídate!!! Nos leemos!
      Besos <3

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  5. Que horror de persona es ese shinrei!!, que bueno que aguien le va a aruinar su ultimo plan jajaja o eso espero, igual los tipos ni cuenta se dieron que alguien los vio
    Que bonito que byakuya y rukia se reconciliaran y que byakuya ya haya comenzado a dejar ir a su esposa y siga adelante, se me hizo muy tierna la conversación con su secretaria jeje.
    Como siempre muy buen capítulo
    Saludos

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    1. Es un asco de persona ese Shinrei! Urahara los vio pero no sabe que pasó dentro del piso, se lo dirá a Rukia? y que pensaran Ichigo y ella de eso? ya veremos que ocurre ^^
      Ohh jejeje eres la primera que me dice lo de que Byakuya siga adelante intentando olvidar a Hisana ^///^ Me alegro!
      Nos leemos! <3 Besitos!

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  6. ayyy que mal lo he pasado en este capi. Se me ha hecho un nudo en el estomago y todo. Te cuento: estaba yo muy tranquila hasta que Byakuya montó en el avión (no tiene que ver con la secretaria por si lo piensas ajajjajaja) y al ver que estaba haciendo muchas cosas allí, me quedo pensando
    -Que cuirosos normalmente cuando leo una de estas cosas, apenas se pone el viaje.
    Luego me acorde de Shinrei, y una ideo horrorosa me paso por la cabeza.
    -Y si el cabronazo de su tio se ha dado cuenta de que no puede hacere eso a Byakuya? Y si se lo quiere quitar de en medio? Y si hay tanto del avión porque va a pasar algo? Y si el tio ha puesto algo en el para que el avión se estrelle? Ayyy! Byakuya no puede morir, no puede morir, no no no!! Ay que se va a estrellar el avión...
    Y así estaba yo durante toda la escena, que casi ni me enterado, creo que es la primera vez que me he alegrado de ver a la secretaria (que me sigue cayendo mal) por cierto se me acaba de romper la silla ajajajjaajjajajajajjajajaaj ha sido por culpa del miedo de que nii-sama muera XDD na que estaba muy vieja ya ajjajajaj
    No habra sido la secretaria quien le ha dicho que iba a volar, pero lo del restaurante??? Eso también lo sabía el piloto?? porque no me quedo muy claro.
    -Shinrei, Shinrei, Shinrei... no hay insultos suficientes para describirlo es... tela... Y lo de las camaras ya... uy cuando se enteren Ichigo y Byakuya se va a armar! Espero que Urahara le comente algo, porque al fin y al cabo el no saben quienes son ni nada. Sabía que Urahara tenía que verles o algo, si esque es un cotilla en el fondo ajjajaj solo le falta asomarse al patio y todo como las de aqui no hay quien viva ajjajaja le pega mucho ser parte de radiopatio.
    Ah y se me olvidaba Senna. Espero que después de hablar con Nanao y darse cuenta de que se puede pasar pagina ella también lo haga. Aunque no estoy del todo segura, porque lo que sentía Nanao era amor y lo que Senna siente roza bastante la obsesión. Me ha dejado la mosca de quien sera aquel hombre de quien se enamoro Nanao jajjajaj
    Y lo de Kaien y Miyako, sera lemmon jajajajajajjajaj
    Pd. Otra vez no me va bien el avisame en este post :(( Entrare más tarde para ver la respuesta jajajajaj

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    1. jajajajajajja que bueno!! Estuviste pensando todo eso mientras lo leías? jajaja se te ha roto la silla? jajaja Eso sí que parece de serie de tele xD Ya jajaja Urahara en radiopatio enterándose de todo como una maruja jajjaja
      El piloto no sabe nada de lo del restaurante, solo le cuenta cuando Byakuya coge el avión.
      A ver que pasará con eso de las cámaras y con Kaien y Miyako jiji caliente caliente que creo que te has quemado xD
      Lo del dichoso botón de avísame, ya me doy por vencida jajaja en algunos funciona y en otros no, me quiere volver loca!!! xDDDD
      Nos leemos! Besos <3

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    2. Pues estuve así todo el rato que no podía concentrarme ajjajaja en serio que lo pase muy pero que muy mal ajajaj Byakuya es sagrado jajajaja Si eske me desvele y todo jajajaj
      sii lo de la silla fue muy gracioso jajaja menos mal que no estaba mi padre, que sino... se supone que he conseguido arreglarla pero no se ajjaajja
      Pero si el piloto no lo sabía, como sabía la mujer de Shinrei que estaban en ese restaurante????
      Yaaa... este todavía no va, lo he vuelto a intentar pero nada

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    3. jajajaja si tu padre lo hubiera visto se hubiera quedado grabado para el recuerdo no? jajajaja te lo recordaría siempre, muy típico xD
      La mujer de Shinrei sabía que estaban en el restaurante porqué el noble tiene al especialista, al hombre de las fotos, detrás de Rukia. Es el mismo que le avisa que ella estaba en un banco en la calle con Ichigo y los amigos.

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  7. \(°w°)/ Hola hace mucho no comento... lo siento... ya entre a clases y casi eh tenido tiempo pero ya logre ponerme al dia con esta historia, espero poder leer las otras, no solo este capitulo la historia esta muuuuuuuy buena, nose de donde sacas tan buenas ideas, me gusta mucho este fic estos capitulos estan cada vez mas interezantes

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    1. Hola Gina! No te preocupes, es normal que no tengas tiempo :D Yo también espero que puedas leer todo lo demás, acuérdate de votar en la encuesta para el OneShot de Septiembre ^^
      Cuídate! Besos <3

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  8. oh poh dioh D:
    ¡Por orden! ¡por orden!
    1. ¡JAH! ¡EN TU CARA SHINREI >:c! Que bueno que se le aguaron los planes, me puse feliz de ver eso xD Pero se me bajaron los ánimos al ver lo de las cámaras. Pero tuve esperanzas al saber que Urahara los vio xDDDD El final enredo mis emociones adfasdfas
    2. Por fin alguien le dice algo correctamente a Senna:D Ya era hora, parece que va a entender un poco mejor
    3. Me niego a aceptarlo. La secre :'u xD Soy fiel a Hisana. No me importa lo que pase, ya no. Que muera Byakuya! *arde en llamas*
    Jaja, ni modo. La verdad se merece ser felih

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    1. jajaja yo también soy fiel a Hisana pero la vida continúa y Byakuya merece continuar hacia delante no? :D Se le fastidiaron los planes a Shinrei pero éste ya se ha buscado otro medio para ver a Rukia, a ver que pasará con eso y con Senna.
      Besos! <3

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  9. ahhh me vuelvo loca,Hola!!! no se si te habrás llegado mi otro mensaje, creo que se borró... Bueno, primero: ADORO TU FIC!! te vuelvo loca porque no se si pueda esperar hasta que actualices... En realidad soy nueva aquí, me enteré de tu pagina por un grupo en face en el que estoy suscrita y de verdad no me arrepiento... pudes creer que pase dos días enteritos leyendo sin parar, empezé el domingo y recién terminé hoy, digo dos porque ayer(lunes) no pude leer mucho por lo que tenia examen, pero hoy si!! En fin, como te dije amo tu fic, ichigo se ve tan tierno *.* que creo que yo me he enamorado de él! (lástima que es ficción T.T) y Byakuya!, no sabes como grite cuando le dijo sus cuatro verdades a su tío(doy gracias que mi padres ya me conocen de loca que soy por gritarle a la computadora) y de verdad espero que Urahara le diga lo que vio a Rukia antes de que jhuuumm se "comprometan" ,tu entiendes...
    En fin, como soy nueva aquí me gustaría saber cada cuanto tiempo actualizas y si es posible que me digas las fechas, porque me pierdo cuando se trata de los días que pasan, entre la universidad y encima cursos extracurriculares tengo que poner alarma para acordarme de que tengo que ver mi agenda y de ahí acordarme de las cosas(lo sé soy toda un lío)...
    Bueno, FELICIDADES POR TU HISTORIA, y no demores en actualizar por favor... Saludos!!

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    1. Hola Joanna!!! Encanta de conocerte :D Me alegro muchísimo de que adores mi fic y de que lo hayas leído sin parar en dos días ^////^ Muchas gracias por decírmelo jejeje Me hace muy feliz saber que os gusta mi historia <3
      A mí también me da lástima que Ichigo sea un personaje de ficción sino todas lucharíamos para poder estar con él xD
      jajajajja tengo que decirte que yo me emocioné igual cuando escribí que Byakuya le decía todo eso a su tío y entiendo perfectamente lo que quieres decir con 'comprometan' jaja a ver que pasará con eso.
      Yo actualizo Striptease cada 15 días. El próximo capítulo será el 6 de Septiembre. ¿Te has suscrito al blog? Si no lo estás, no lo leerías hasta el 13.
      Si te suscribes te llegará un email a tu correo cada vez que yo actualice el blog (no solo este fic) y así podrás estar atenta a todo lo que ocurra aquí ^^
      Puede que los mensajes lleguen a la bandeja de promociones si usas gmail o al correo no deseado si es hotmail. Si pones mi dirección en contactos, te llegaría a la bandeja principal y así te sonaría en el móvil. Una buena forma de alarma :D Te entiendo porqué yo soy igual jajajaja Lo tengo que apuntar todo.
      Gracias por las felicitaciones, espero poder leerte por aquí de nuevo <3 Te he seguido en google+, si tienes cualquier otra duda me lo preguntas sin problemas vale? :)
      Cuídate, besos!!

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    2. Si, me suscribí apenas acabé de leer, no me lo perderia por nada.yo utilizo más el Hotmail que el gmail, pero ahora veré de los dos para estar mas al día y ya puse como contacto! uff gracias por la info, así ya no se me olvida de leer! Cuídate!
      P.D. cada vez que quiero poner avísame(para seguir los mensajes de respuesta) me aparece que hay error y lo rechaza, es normal??

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    3. Bien! jejeje Sí, lo del botón ese de Avísame me tiene loca xDD En algunas entradas funciona y en otras no, así que es normal que te ponga lo del error. No sé porqué ocurre eso, lo he estado mirando pero nada jajaja
      Cuídate tú también! :D
      Nos leemos! Besos!

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  10. Hola!!!! O por Dios que cosa mas buena, perdon por no. comentar las veces pasadas, el fic esta re bueno espero con ansias el proximo capitulo, muchas gracias por darnos la oportunodad de leer tan buenos fics. \(*-*)/

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    1. Hola Lina! De nada jejeje me alegro de que te gusten :D Por cierto, te has suscrito? Si te suscribes podrás leer el próximo capítulo el día que toque, si no tendrías que esperar otra semana :) Son cambios que voy haciendo jijiji
      Cuídate! Besos! <3

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  11. OMG no puedo con todo lo que paso, aun lo estoy digiriendo xD ME ENCANTO estuvo genial, me encanta que ya sean novios oficialmente aaaahhhh xDD Byaukya se dio cuenta de que se quieren de verdad y confia un poco mas en Ichigo, que bello *-* ese descarado de Shinrei Dx i hate him ¬¬ Cda vez esta mas interesante ya quiero saber que sigue :3
    Oye tu sabes quienes estan suscritos y quienes no? la verdad me cuesta entender un poquito esto de la suscripsion jejeje Pero yo ya estoy suscrita :)
    Bueno nos leemos pronto byyee :3

    By: SangoSarait ;)

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    1. Sí!!! Por fin son novios oficiales jajajaja Ya, ese Shinrei y su obsesión por ella, a ver que pasará con lo de las cámaras en su piso.
      Sí yo puedo saberlo porqué es un programa en el que me he hecho una cuenta para hacer lo de las campañas esas de que os llegue un mensaje cada vez que actualizo, lo pones y se hace automático :D La verdad es que está muy bien aunque es dificil hasta que me entero de como funciona todo, yo voy probando jajaja
      Nos leemos! Besos! <3

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  12. IDIOTA MALNACIDO @#$%^&#$^$$^^ . Me da asco de tan solo imaginarmelo ( y eso q yo tiendo a imaginarme a los personajes y otras cosas 7u7 xD cuando leo las historias) . Que bueno q Byakuya le haya dicho eso , se lo merece!! nadie puede trollear a Byakuya . Ojala q Urahara le diga lo que vio a Rukia y a Ichigo de inmediato. Y geniaaal!! ya soy novios OMG *------* .Me dejastes con mas intriga mala TwT, estare con ansias esperando el proximo episodio , un abrazo :D . By: Jenni

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    1. Es un asqueroso ese Shinrei, y como dices se merecía que le dijera todo eso xD Espero que los siguientes capítulos también te hayan gustado :D
      Nos leemos! Besos! <3

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¡No olvidéis comentarme! :D