Oscuras Criaturas Capítulo 3 by Kai

Disclaimer: Bleach y sus personajes pertenecen a Tite Kubo. Y la canción a Bon Jovi.

Creo que está canción le viene muy bien sobretodo en la mitad del fic a partir de la parte de Hisana, ya habéis visto que voy por partes en este fic ajja.

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What do you got

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El pelinaranja se acercó a la morena.

-¿De dónde eres?

-Yo…- comenzó a decir, pero se detuvo sabiendo que si le decía de donde venía, y que si él iba allí, podría encontrarse con su familia, y él era un cazador.

-¿Estás sola?- le preguntó.

-Sí- fue lo único que se le ocurrió decir.

-Deberías venir conmigo. Aquí te puede encontrar cualquiera de esos.

-¿Cómo estás tan seguro que no soy ninguna criatura?- preguntó extrañada.

-El sol quema a los vampiros.- respondió con simpleza encogiéndose de hombros- Nuestro refugio está cerca- dijo señalando hacia la dirección de donde venía- deberíamos irnos antes de que anochezca.

-No.- negó casi en un susurro.

El pelinaranja la miró confuso.

-¿Tienes algún refugio por aquí?

Rukia agachó la mirada, no sabía que era mejor. Si se encontraba con su familia podría averiguar que eran criaturas y entonces los atacaría. Sabía que su familia podría defenderse, pero eso también quería decir que para ello tendrían que matar a aquel chico.

-Sí- dijo la chica esperanzadora cuando una idea se cruzó por la cabeza.

-Bien.- Sonrió el pelinaranja y camino hasta su moto. Rukia suspiró aliviada- Sube, te llevare.

-¿Qué?- preguntó sorprendida.

-Que te llevó.- repitió el chico sentándose sobre el vehículo.

-Te he oído. No estoy sorda.- le reprochó la chica y se cruzó de brazos- no necesito tu ayuda, puedo irme yo sola.

-No creo que puedas.

-¿Por qué?- cuestionó la chica enfadada.

-Mira- contesto él señalando el cielo- dentro de poco va a anochecer y esas cosas saldrán. Conozco está zona, por aquí cerca no hay ningún sitio donde puedas refugiarte. Sea donde sea, has tenido que andar mucho para llegar aquí, y dudo mucho que te dé tiempo a ir hasta tu refugio andando.- El chico hizo una pausa y la miró- ¿entonces vienes o no?

Rukia apretó la mandíbula y giró la cabeza a un lado. Aquel chico la tenía acorralada. Ella podía cuidarse sola, y por esa zona rara vez ocurría algo, salvo que se tratara en luna llena. Pero tenía que mantener su papel de humana.

Ichigo sonrió al ver como la morena comenzó a andar hacia él y se sentó detrás de él en la moto.

-Por cierto, ¿cómo te llamas?

-Rukia.

-Yo soy Ichigo. ¿Por dónde te llevó entonces?

Rukia solo señalo al noreste. Ichigo arrancó el vehículo y estuvo conduciendo con ella agarrada a él durante unos minutos hasta que llegaron a un pequeño llano donde solo había unas pocas casas.

-Es aquí.

-¿Este es tu refugio?

-Sí- dijo la chica tratando de sonar firme.

-Aquí os pueden atacar cuando quieran. Esto no os va a proteger de nada.

-Por supuesto que sí.

-Rukia- comenzó a llamarla pero la muchacha fue a una de las casas y tocó la puerta. Ichigo resoplo mientras se quedó esperando junto a la moto.

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-¡Devuélveme eso Grimmjow!

-¡Ja! Ni lo sueñes enana.

-¡Idiota!

-¡Renacuaja!

-¡No te aguanto!

-¡Ni yo a ti!

Renji, que estaba sentado en el salón de su casa, acabo suspirando por enésima vez aquella tarde. Se levantó de su asiento y se puso frente a ellos enfurecido.

-¡Ya los dos! ¡Queréis parar de una maldita vez! ¡Estoy hasta las narices de escucharos discutir!- les gritó.

-¡Y tú piensas que es fácil vivir contigo, idiota!- le reprochó el peliazul- ¡y más aún con esa mocosa!- señaló a la peliverde.

-¡Pues entonces lárgate de aquí!- le reprochó la niña.

-¡Eso es lo que quiero! ¡Pero no puedo!

-Callaros ya. Me habéis vuelto a despertar- dijo un moreno levantándose de otro sofá y rascándose la nuca- en esta casa no hay quien duerma.

-Lo siento Stark- se disculpó Renji.

-Lo siento Stark- dijo en tono burlón Grimmjow- eres un pelota, lo sabías.- en aquel momento llamarón a la puerta- ve a abrir, yo me voy un rato a mi habitación.

El pelirrojo negó con la cabeza y se dirigió a la puerta. Observó la hora, le parecía extraño que alguien llamara durante aquella hora a su casa. Cuando abrió se sorprendió y abrió los ojos como platos.

-Rukia- dijo casi titubeando.- ¿Qué haces aquí? ¿Dónde están tu hermano o Yoruichi?- añadió mirando a los lados.

La morena le cogió de la cara y le obligo a mirarla.

-Creo que me he metido en un pequeño lio.

-¿Cuál?- preguntó cruzándose de brazos.

-Ese de ahí- respondió señalando a Ichigo.

-Es… el tío del anuncio- afirmó el pelirrojo reconociendo el pelo naranja del chico, y después la volvió a mirar- ¿Cómo se te ha ocurrido traerlo?- le susurró.- Ese quiere…

-Lo sé. Pero no sabe que tú eres un licántropo ni yo una bruja. Puedes estar tranquilo. Solo tenemos que aparentar ser humanos delante de él. Pero si le llevó a casa…

-Byakuya ira a por él- termino la frase por ella.

-Estaba empeñado en llevarme a un lugar seguro. Era traerme aquí o llevarme con él a su refugio. Siento meterte en esto.

-No te preocupes, intentaremos echarlo de aquí. Pero ¿cómo te has metido en esto?

-Luego te lo explico.

La chica se apartó y comenzó a caminar hacia Ichigo seguida de Renji.

-Ichigo puedes irte.- señaló a Renji- ya me quedó con él en casa.

-Me dijiste que estabas sola.- dijo el muchacho firmemente.

-Bueno en ese momento sí lo estaba.- contestó ella recordando la conversación que habían tenido.- puedes irte.

-En realidad creo que no. No me va a dar tiempo a llegar antes de que anochezca y no tengo mis armas.

-Aquí nunca pasa nada. Puedes estar seguro.- le aseguro el pelirrojo.

-Nunca puedes estar seguro cuando se trata de esas criaturas.

-Mira, te agradezco que hayas traído a Rukia, pero yo me he criado aquí y te puedo asegurar que nunca pasa nada de nada. Por lo que puedes irte.  

Ichigo se lo pensó por unos instantes y después cruzó los brazos mientras volvió a hablar.

-Puede que nunca haya pasado nada, pero en cualquier momento pueden venir aquí. He visto muchos grupos como estos- dijo señalando las casas- donde siempre pensaban que estaban a salvo y después de un ataque tuvieron que irse de sus casas perdiendo a muchos por el camino. No creo que este sea el lugar más seguro.

-Créeme, sí lo es.

-¿Cómo puedes asegurarlo?- dio un paso adelante.

-Porque…- dio otro paso mientras hablaba.

-Renji- le cortó la morena-. Lo que quiere decir es que aquí también tenemos armas y sistemas de alarma que se colocan durante la noche. Créenos estamos seguros.

-Vale- se dio por vencido mientras seguía mirando al  pelirrojo- pero ¿podría quedarme esta noche aquí? No es seguro para mí salir. Verdad ¿Renji?- dijo retándolo con la mirada.

-Está bien- contesto sonriendo de lado y Rukia abrió los ojos como platos y miró a su amigo.

Sin ni siquiera decir nada cogió al pelirrojo del brazo y lo arrastró para evitar así que él cazador no los escuchara.

-¿Estás loco?

-Tú misma lo has dicho, solo tenemos que aparentar ser humanos. Este tío ni siquiera se entera de nada.- dijo señalándole.

Ichigo, que los estaba observando, aquel gesto no le agrado y apretó la mandíbula.

-Sí, me he dado cuenta. Y también de que casi se te escapa.

-Me ha sacado de mis casillas.

-¿Eso es lo único que vas a decir en defensa? Dios, eres idiota. ¿Has pensado en cómo se lo tomara Grimmjow?- Renji se abrió los ojos dándose cuenta del error que había cometido- va a ser un gran problema. Recuerda que quiere matarlo.

-Hay una cabaña abandonada al lado de mi casa.- dijo tras pensar en una solución- Nos quedaremos ahí los tres. Grimmjow no se tiene porque enterar.- hizo una pequeña pausa- O sino podemos dejar que Grimmjow haga lo que quiera y nos quitamos un peso de encima.- dijo con simpleza y la morena le pegó en el estómago.

-No voy a dejar que matéis a nadie, entendido.

-Vale.- dijo con algo de dolor.

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Hisana puso la cena recién hecha sobre una bandeja y después la puso encima de la mesa. Miro por enésima vez el reloj que tenía en la cocina y se acercó hasta la ventana viendo lo poco que quedaba de luz del día. “¿Dónde estará?” pensó y después se sentó en una de las sillas del comedor juntando sus manos frente a su cara y apoyando sus codos sobre la mesa. Cuando escuchó que se abría la puerta de la calle se levantó inmediatamente y se asomó al pasillo esperando ver a su hermana pequeña, pero al ver que no era ella, suspiró y agachó la cabeza.

-¿Ocurre algo?- preguntó mientras se acercaba a ella poniendo un dedo bajo su barbilla y alzando su rostro levemente.

-Es Rukia, todavía no ha llegado. Esperaba que fueras ella o que os hubierais encontrado.- él frunció el ceño y se separó de ella.

-Iré a buscarla.- dijo mientras se daba la vuelta.

En aquel momento se escucharon unos pequeños golpes en la ventana llamando la atención de los dos. Hisana se acercó y la abrió para que entrara un pequeño cuervo con un trozo de papel en el pico.

-Es Skipy- aclaró Hisana mientras cogía lo que llevaba el animal.- Gracias- le dijo al ave y este respondió con un graznido y se fue volando hacia el bosque.

“Se me ha hecho tarde y estaba cerca de la casa de Renji. Pasare en su casa la noche, no tenéis de que preocuparos, mañana volveré a casa.

Posdata: Hisana intenta que nii-sama no se enfade mucho”

La mujer dejo el papel sobre la mesa y respiró intentando tranquilizarse.

-¿Qué ponía?

-Era de Rukia. Ella… se quedara esta noche en casa de Renji.

-¿Cómo?- cuestionó el hombre y cogió el mensaje para leerlo.- Voy a ir a buscarla.- dijo negando con la cabeza y dejando el papel.

-Byakuya-sama espera. No creo que debas ir.- él la miro interrogante.- no ha pedido que fuéramos a buscarla. Ella ya estaba enfadada antes de irse, si te presentas allí será peor. Además ya sabes cómo son esos chicos, podrías entrar en un enfrentamiento con ellos y no nos conviene.

-Con ellos no estará a salvo.

-Faltan días para la luna llena. No pasará nada. Sabes que Renji cuida bien de ella.

-No es que eso me agrade.

Hisana se acercó a él y le cogió una de las manos mientras lo miraba a los ojos.

-No tienes por qué preocuparte, estará bien.

Ambos se quedaron en silencio durante unos segundos mirándose y fue Byakuya quien tras un suspiro dijo:

-Está bien, pero si mañana no vuelve durante el día, al atardecer iré a buscarla.

-Gracias Byakuya-sama- dijo ella y después lo abrazó.- vamos a cenar, que se enfría- comentó tras separarse de él.

Byakuya no necesitaba comer para alimentarse, pero eso no quitaba el hecho de que todavía lo tuviera como una costumbre de cuando todavía era humano. Además, sabía que a Hisana le agradaban aquellos pequeños momentos en los que podían aparentar ser una familia normal. Y, si había alguien a quien no podía negar nada, era ella.

-¿Hace mucho que se fue Yoruichi?

-No, solo un cuarto de hora antes de que llegaras. Me ayudo a poner un cristal nuevo.- comentó mientras lo señalaba.

-Sobre eso…- murmuró y después miró su mano vendada.- siento lo de antes.

-No importa Byakuya-sama. Yo tampoco me di cuenta de la herida.

-Debería aprender a controlarme mejor.- exasperó mirando a otro lado.

-No importa Byakuya-sama, tampoco es que haya ocurrido nada grave.- dijo poniéndole una mano sobre la suya- con el tiempo conseguirás controlarte del todo.

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Aquella casa era similar a la suya. Tenía dos pisos, cuatro dormitorios, un baño, un salón de estar y un comedor unido a la cocina. La única diferencia era que al ser un hogar deshabitado estaba lleno de polvo. Apenas recordaba a las personas que vivían en aquel lugar antes de irse.

Renji miró de reojo a Ichigo que parecía estar asombrado con aquel sitio. El muchacho no había dejado de irritarle desde el momento en el que lo vio, y no solo respecto al mensaje que había mandado, sino que al parecer ese muchacho creía saber mucho más que él cuando solamente sabía que existían los vampiros sin ni siquiera cuestionarse si había más criaturas.

-Un buen sitio- dijo el pelinaranja después de observarlo todo.

-Tiene bastante polvo, lleva años abandonado.

-¿Y por qué nos metemos aquí en lugar de ir a vuestra casa?

-Porque no hay sitio para ti.

-Puedo quedarme aquí solo.

-Si quieres confiar en que no vendrán a atacarnos- le dijo con ironía.

-Solo es por precaución.

-Ya… claro.-dijo dudoso.

-¿Qué quieres decir con eso?

-Nada.- Renji miró a las escaleras y al ver que no parecía que la chica todavía fuera a bajar, se acercó al pelinaranja- escucha, no sé cómo habrás encontrado a Rukia. Pero más te vale que no me entere que la estás molestando.- añadió con tono intimidante.

-Escucha, no quiero meterme en tu relación con esa chica, solo quería asegurarme que seguía con vida, algo que parece que tú no haces.- dijo retándolo.

El pelirrojo parpadeo varias veces a causa de la confusión por lo que había dicho, ¿acaso pensaba que eran pareja? Cuando Renji abrió la boca para reprochar al chico por su equivocación escuchó como Rukia iba bajando las escaleras.

-Hace falta algo para cenar, no se vosotros pero yo tengo hambre.- se detuvo al ver como los chicos se separaban- ¿ocurre algo?- preguntó arqueando una ceja.

-No. Nada.- se adelantó Renji- yo… voy a casa a por algo de comida. Enseguida vuelvo.

Los dos que quedaron, se miraron un momento en silencio y como si de un pacto silencioso se tratara comenzaron a quitar algo del polvo que tenían los muebles.

-Sabes- dijo Ichigo rompiendo el hielo- hace mucho que no veía una casa así.- comentó dándole la espalda a Rukia- apenas recuerdo la antigua casa donde vivíamos, y las demás que nos encontramos… estaban destrozadas o llenas de sangre.

-¿Cuánto tiempo llevas en el refugio?

-Demasiados años. Pero cada vez somos más. Por eso queremos cambiar nuestro modo de actuar.

-Explícate- dijo la chica curiosa y girándose para mirarlo.

-Algunos, los niños y los que no puedan o no quieran pelear, se irán a otro refugio más seguro.- comentó dándose la vuelta- los que no se vayan nos quedaremos a luchar.

-¿No te importa morir en el intento?

-Tan solo…- comentó el chico rascándose la nuca- quiero tratar de matar a todos los que pueda, quiero intentar hacer una zona donde la gente pueda estar segura.

-Eso es imposible.

-O no. Somos unos cuantos. Al menos trataremos de cambiar esto. Esta situación.- trataba de explicarse entre titubeos- Intentar que la raza humana no se extinga. No sé… sé que es algo utópico.

Quizás solo soy un soñador

Pero todavía creo

Creo en la esperanza

Creo en el cambio que nos hará levantar

Rukia estuvo meditando sobre lo que había dicho el chico. En parte ella también quería cambiar todo aquello, pero su objetivo eran Zangetsu y su tiranía. No todas las criaturas eran iguales, ella era una de ellas, al igual que su familia y amigos.

-¿Crees que todos son malos, crueles, asesinos? O como los quieras llamar.

El chico la miro frunciendo el ceño, le parecía una pregunta algo estúpida teniendo en cuenta que era todo lo que habían hecho, todo lo que había visto.

-Por supuesto.- dijo con firmeza y vio como ella cruzaba los brazos.- ¿No opinas lo mismo? Son criaturas que se alimentan con sangre, matan para alimentarse. Tú eres humana, ¿no les tienes miedo?

Rukia estuvo pensando en su respuesta. Por un lado siempre tenía que estar escondida de ellos y nunca había estado expuesta a ningún peligro. Si estaba fuera de su casa durante la noche siempre era junto a Byakuya, Yoruichi o Renji. Pero nunca sola. Pero por otra parte siempre le habían dicho que podía defenderse si se encontraba con uno, por lo que no debería tener problemas para sobrevivir.

-Supongo que no.

Ichigo sonrió al escuchar aquello. Era raro conocer a alguien a quien no le dieran miedo aquellas criaturas, y no podía negar que aquella determinación le había gustado.

-Deberías unirte a nosotros.-comentó el chico al escuchar aquello.

-Va a ser que no.- negó inmediatamente.

Renji entro con una pequeña bolsa con bocadillos y los tres se sentaron en la mesa casi de inmediato.

-¿De qué hablabais?- preguntó el pelirrojo tratando de sacar un tema de conversación.

-Ichigo quería que me uniera a su grupo.- contestó Rukia como si estuvieran hablando del tiempo y consiguiendo así que Renji se atragántala.

-¿Qué?- contestó tosiendo.- ¿Cómo ha sido eso?

-Olvídalo.- hizo un gesto con la mano restándole importancia.

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Tocaron la puerta de su dormitorio mientras Zangetsu estaba terminando de vestirse.

-Adelante.- dijo sin ni siquiera darse la vuelta.

-Me habían dicho que querías verme- escuchó la voz de Shirayuki.

-Sí. ¿Sabes para que nos estamos preparando algunos ahora?

-No.

El vampiro se giró y se acercó hasta ponerse frente a ella.

-Vamos a ir a capturar unos humanos- la mujer lo miro seriamente- quería saber si te apetecía venir. Pero sin matar a nadie.

-No sé si es la mejor idea.

-¿Por qué?

-Todavía soy nueva en todo esto.

-Comprendo, no te preocupes.- contesto él con su característica sonrisa y comenzó a andar hacia la puerta.

-Zangetsu- le llamó la mujer- ¿por qué me llevas a todos los sitios el primer día? A la ciudad, a donde esos vampiros, ahora a cazar. He oído que a los demás novatos los ignoras.

El hombre escuchó sus palabras y salió sin darle una respuesta dejando a Shirayuki completamente perpleja.

-Ulquiorra- llamó a compañero cuando lo divisó en el pasillo- ¿están listos?

-Sí. Están esperando a las instrucciones.- contesto señalando una de las habitaciones.

-Perfecto- los dos anduvieron con paso lento y entraron en el dormitorio con tranquilidad. Ahí dentro pudieron ver a siete de los vampiros más antiguos y de mayor confianza que tenían- todos sabéis qué es lo que tenemos que hacer con esos humanos. No quiero muertos, solo quiero que los capturéis, necesitamos bolsas de sangre. Nell me ha dicho que son un grupo bastante grande y no está lejos de aquí. Llevaremos uno de los camiones y los dejaremos cerca de ese refugio donde viven. Dos se quedaran custodiando el camión, los demás iremos a cazarlos. Intentemos atrapar a diez, si se escapa alguno no importa, en otra cacería conseguiremos más humanos. ¿Os ha quedado claro?- hizo un pequeña pausa esperando a que alguno hiciera una pregunta pero no era así- Bien. Ah. Y una última cosa.- dijo añadiendo una sonrisa- intentar hacer que esta sea la noche más terrorífica que puedan vivir.